La oferta de SUV y 4×4 aumenta día a día para ajustarse a todos los bolsillos, gustos y necesidades. Hablamos del Hummer HX eléctrico, del Seat Ateca, del Ford Edge y del Conquest Knight XV.
Texto: JOSÉ L. ÁLVAREZ
El todoterreno que hasta hace unas décadas era considerado un coche de trabajo, en algunas ocasiones empleado por cazadores y aventureros, se está convirtiendo en un vehículo de uso diario. En España están desplazando a los monovolúmenes y a los familiares, dado que su gran habitabilidad y prestaciones son similares. Incluso, los fabricantes les han quitado la tracción a las cuatro ruedas para reducir costes y gastos de mantenimiento. Los hay desde pequeños ecómicos, enchufables y urbanos, hasta deportivos o descomunales monstruos que permiten más que una aventura fuera del asfalto.
Hummer HX Eléctrico: Un Schwzennegger de bolsillo
Cuando en 2010 General Motors cerró Hummer, MEV My Electric Vehicle firmó los derechos exclusivos para fabricar el mini Hummer HX eléctrico. Inspirado en sus hermanos mayores, este pequeño cuenta con un robusto y ligero chasis capaz de transportar a cuatro adultos si se elige con las plazas traseras opcionales. Su aspecto es el mismo que el 4×4 militar en su versión de calle, con la misma parrilla metálica vertical, su plano capó y sus laterales angulosos marcados por unas ruedas prominentes con llantas de 15 pulgadas. En la versión T el coche es coupé y descapotable. Puede utilizar puertas y techo a gusto del consumidor.
Sus contenidas dimensiones lo convierten en un vehículo manejable y fácil de conducir, mide 3.000 mm de largo, 1.450 mm de ancho y 1.460 mm de alto. La batería de gel le aporta una autonomía de 100 kilómetros, pero existe una opcional de litio que amplía este rango hasta los 150 kilómetros.
En el equipamiento destacan los asientos deportivos calefactados, las llantas de aleación de 15 pulgadas, la suspensión ajustable o la pantalla LCD que hace las veces de cuadro de instrumentos. En ella aparece desde la velocidad, a la carga de la batería o la temperatura. Todo básico y simple. Además dispone de una larga lista de opciones para personalizar el vehículo hasta el más mínimo detalle.
La seguridad no se ha dejado de lado en este vehículo, que cuenta con cinturones de seguridad con tres puntos de anclaje, luces con tecnología LED, señal acústica para la marcha atrás y frenos de disco delanteros. La amortiguación puede ajustarse. El coche está propulsado por una batería de 72 v. frente a los 48 v. que utilizan los pequeños coches eléctricos. En este motor puede alcanzar los 65 km/h.
Sin embargo, lo que más llama la atención es que no hace falta ser Terminator para conducirlo. Solo es necesario estar en posesión de la licencia de ciclomotor, dado que en España se matricula como tal, de manera que se puede conducir a partir de los 15 años, aunque hasta los 18 no puede llevar pasajeros
El precio está sobre los 15.000 euros, un capricho que puede incrementarse con todos los complementos que puede montar.
Seat Ateca: El primero de la clase
Era lo que a Seat le faltaba, un SUV. Algo más que un turismo sobreelevado con tracción a las cuatro ruedas y lo ha conseguido con el Ateca, un coche que no puede renegar de sus rasgos alemanes –con la misma plataforma que el WV Tiguan- y sus buenos acabados. Su frontal es un ensanchamiento de la cara de sus hermanos de marca, con una gran parrilla dividida por la mitad y faros con tecnología led. Un lateral de cintura elevada y grandes pasos de rueda, con barras en el techo, y una bonita zaga cuadrada.
El salpicadero es muy Seat, con buenos materiales y una gran pantalla central que controla todo el vehículo. La pantalla de ocho pulgadas permite controlar el sistema de conectividad Full Link y el Wireless Charger permite cargar los aparatos electrónicos del conductor sin necesidad de cables. El Ateca ofrece diferentes sistemas de ayuda al conductor como el Traffic Jam Assist que permite el guiado en el carril en situaciones de tráfico denso por debajo de 60 km/h y el Emergency Assist que emite una señal visual y acústica y una breve pulsación de los frenos cuando detecta que el conductor permanece inactivo durante un cierto tiempo, llegando a detener el vehículo y encendiendo las luces de emergencia si no hubiese respuesta. Tambien incorpora cuatro cámaras que abarcan toda el área que rodea el coche y ayudan al conductor a tener una visión total aumentando, así, la sensación de control y de seguridad y también facilitando las maniobras en espacios reducidos y un detector en el que dos sensores situados en la parte trasera permiten avisar al conductor de la presencia de otro vehículo en el ángulo muerto.