Desde que apareciera en 1976 siete generaciones de este modelo han rodado y ruedan sobre el asfalto hasta convertirse en un auténtico mito del motor.
Texto: JAVIER VARELA
El Golf GTI cumple 40 años. Desde que rodara por primera vez en nuestras carreteras en 1976, este modelo de Volkswagen se ha convertido en un icono de los deportivos compactos. De hecho, nació con el objetivo de hacer llegar a todos los públicos las sensaciones de conducir un deportivo y que entonces estaba reservado a unos pocos. Aunque a primera vista el modelo deportivo era similar al Golf original, cuando se levantaba el capó se descubría una verdadera máquina de carreras con 110 CV de potencia.
Desde su primer modelo, el coche destacaba por un motor ágil, una dirección directa, un chasis específico, un peso ligero, un diseño evocador, una caja de cambios con el característico pomo en forma de pelota de golf, franjas rojas en la parrilla del radiador y asientos deportivos con diseño tartán. Aunque en el primer año el objetivo era llegar a las 5.000 unidades vendidas, la producción supera los dos millones de vehículos 40 años después.
Cuatro décadas después de su lanzamiento, los modelos de Golf GTI siguen siendo deseados por coleccionistas de piezas únicas y el concepto del Golf GTI que empezó siendo un secreto se ha desarrollado y perfeccionado a través de siete generaciones.
Volkswagen Golf GTI MK I (1976)
Los primeros trabajos ‘en secreto’ de Volkswagen en la búsqueda de un Golf deportivo tuvieron lugar en 1974, pero no fue una realidad hasta 1976, cuando apareció el primer Golf GTI, que tenía un motor de 110 CV de potencia y una velocidad máxima de 182 km/h. Sus prestaciones y comportamiento hizo que el modelo tuviera una gran aceptación. De hecho, el éxito de este modelo provocó que se fabricara una versión turbodiésel de 70 CV, exclusivo para los países de Europa, bajo el nombre de GTD.
Seis años después de su nacimiento, se aumentó la cilindrada del GTI (pasó de 1588 cc a 1781 cc) y su potencia, que pasaba de rendir 110 CV a 112 CV. En 1983, Volkswagen creó una edición especial llamada ‘Pirelli GTI’, con 112 CV de potencia, una parte trasera más estilizada y neumáticos deportivos.
Volkswagen Golf GTI MK II (1984)
La segunda generación del GTI tenía un motor de 1.8 8 válvulas con inyección mecánica y 112 CV. El modelo lucía la insignia GTI con el contorno rojo en la parrilla y llevaba las líneas rojas características a lo largo de sus finos paragolpes negros. Unos meses después se introdujo el motor 1.8 16 válvulas y se aumentó la potencia hasta los 139CV.
En 1989 se comercializaron dos ediciones especiales del Golf, el G60 limited y el Rallye G60. La primera fue una edición limitada a tan solo 71 unidades ensambladas a mano, con un motor 1.8 16 válvulas gasolina, con compresor G-Lader y tracción integral Syncro. La segunda contaba con el motor 1.8 8 válvulas y compresor G-Lader como el Golf GTI G60, pero se le añadía la tracción integral Syncro. Además de un paragolpes totalmente rediseñado y de una tapicería exclusiva., el modelo tenía un nuevo frontal con faros rectangulares y una carrocería totalmente ensanchada emulando a los míticos modelos de competición de la época. Con el tiempo, se convertiría en una de ediciones más cotizadas entre los amantes del GTI.
En 1990 el Golf GTI ‘sufrió’ los mismos cambios que el resto de la gama, con un paragolpes de mayor tamaño como cambio más destacado. Además, se lanzó una nueva versión: el Golf GTI G60, con un motor 1.8 gasolina que incluía un compresor ‘G-Lader’, lo que le permitía aumentar la potencia hasta los 160 CV. Como ocurrió con la primera generación, también se comercializó en Europa, la versión GTD con una mecánica turbodiésel de 1.6 litros y 80 CV.
Volkswagen Golf GTI MK III (1991)
En 1991, Volkswagen lanzó la tercera generación de GTI Mk III. En un inicio contaba con un motor de 2.0 8 válvulas de 115 CV que aumentaría, un año después, hasta los 150 CV de potencia gracias a un motor de cuatro cilindros 16 válvulas. Cinco años después se presentó la versión turbodiésel con 110 CV.
En 1996 se lanzó la versión conmemorativa de los 20 años de comercialización del Golf GTI: el Golf GTI 20 aniversario, que contaba con la misma mecánica que el GTI del momento, pero con variaciones estéticas interiores y exteriores. Tenía motores 2.0 8V de 115 CV, 2.0 16V de 150 CV y un 1.9 TDI de 110 CV. Este último fue el primer Golf GTI diésel. Además, este modelo especial tenía un equipamiento de serie muy completo: aire acondicionado, airbags, ordenador de a bordo, elevalunas eléctricos, retrovisores eléctricos, asientos Recaro, regulación electrónica de altura de faros, las alfombrillas con ribeteado rojo, el cuadro de instrumentos con esferas blancas, los montantes del techo en color negro y una guantera específica y volante de cuero regulable en altura.
Como elementos diferenciales le delataba una línea roja en los paragolpes, todos los logotipos GTI también en color rojo, llantas BBS de 16 pulgadas, y el conjunto de faros antiniebla e intermitentes oscurecidos del paragolpes delantero. El guiño al pasado venía por parte, precisamente, del cambio de velocidades, ya que tomaba la forma característica de una pelota de golf (como sucedía en la primera generación de GTI), e incluía la inscripción GTI.
Volkswagen Golf GTI MK IV (1998)
La cuarta generación del GTI fue comercializada en 1998 y tenía una imagen más conservadora pero con un rendimiento superior. Pasó de ser un modelo rompedor a un coche con un aspecto más sereno, pero sólo en el exterior, ya que contaba con un motor 1.8 turbo de 4 cilindros que llegaba hasta los 150 CV, siendo este uno de los más potentes. Las versiones posteriores fueron todavía más potentes, ya que contaban con motores de cuatro y cinco cilindros de gasolina que rendían 180CV y 170 CV respectivamente. Además, se lanzó la versión diésel GTI TDI, que desarrollaba 150CV.
En 2001 esta generación culminó con la edición ‘25 aniversario’ que tenía un motor 4 cilindros de 1.8 litros de cilindrada con doble árbol de levas, tecnología de 5 válvulas por cilindro, turbocompresor e intercooler. Los 180 caballos de potencia y un par excepcional de 235 Nm entre 1950 y 5000 rpm, junto con un cambio manual de 5 velocidades lo convertían en todo un deportivo. En el exterior destacaba por taloneras laterales, spoilers en ambos paragolpes, un discreto alerón, llantas de aleación BBS de 18 pulgadas equipadas con neumáticos 225/40 R18, que dejaban entrever un detalle que ya iba a conservarse en el resto de modelos GTI: las características pinzas de freno en color rojo. En el interior, el modelo conmemorativo presumía de umbrales de puerta en aluminio con el logotipo GTI, asientos deportivos Recaro con un tapizado exclusivo con la inscripción GTI y todo el guarnecido del techo en negro era lo primero que se podía apreciar. Además tenía otros pequeños detalles, como los pedales en aluminio cepillado, que le convertían en una pieza de coleccionista.