Grandes, seguros y versátiles, así son los coches que triunfan en España y que cada día cuentan con más eléctricos en sus filas.
TEXTO: J. LUIS ALVAREZ
Es el coche de moda. Todo el mundo quiere uno. No solo para viajar sin apreturas, sino también como vehículo para el día a día. Pero es que los SUV son el emblema y banderín de enganche de las marcas en España. No son todoterrenos, pero aportan seguridad al contar muchos de ellos con tracción a las cuatro ruedas. Han relevado a los familiares y los monovolúmenes por su capacidad de carga y, con la llegada de la electrificación, están consiguiendo eficiencias antes poco imaginables.
Vuelve un clásico enchufado
Renault, decidida a acabar con los motores de combustión, ha convertido al mítico Megane en un eléctrico al uso con su E-Tech, su SUV mediano de 4,2 metros de bonito y moderno diseño. La estampa del este coche es la imagen de los nuevos vehículos de la firma francesa. De su frontal destacan los faros led con tecnología Matrix y el nuevo logo de Renault con evidente reticencias del pasado. La luz de día es una cascada led que baja definiendo los bordes del frontal hasta el paragolpes. De laterales redondeados, la zaga esta ‘sujeta’ por una banda led que une los dos pilotos. Por debajo, los dos faldones –delantero y trasero- cuentan con unas curiosas flechas convergentes de distinto color de la carrocería en los acabados superiores. Otro detalle es picaporte de las puertas. Las delanteras están enrasadas con la chapa y las traseras ocultas en la parte superior lateral, a la altura del cristal.
El interior del Megane E-Tech es de lo más moderno posible, tal vez el principio del futuro. Su salpicadero cuenta con una doble pantalla semicurva, más bien baja, enfocada hacia el conductor, que en la parte central parece un tablet vertical. Por debajo las únicas botonaduras existentes. La zona de instrumentación, tras un volante oblongo –más ancho que alto-, es de 12,2’’, mientras que la central de infoentretenimiento se queda en 12’’, reposa sobre una repisa en voladizo. Es de destacar que esta pantalla funciona con el sistema Google. Sobre el voladizo hay unos botones para controlar el climatizador. Otro detalle curioso es que el fabricante coloca detrás del volante, a la derecha, el selector de marcha, lo que evoca la palanca de cambio empleada por muchos vehículos en los años 50 y 60. En el volante hay un botón flotante para cambiar los modos de conducción. El manejo de todo este despliegue informático abruma, pero con la práctica se sale poco a poco adelante. Los plásticos son duros, pero muy bien acoplados y con puntadas decorativas en blanco. Por debajo la consola central se convierte en un contenedor abierto que se cierra entre los dos butacones delanteros. Estos, que pueden ser de piel o tela procedente de materiales reciclados, son muy cómodos e invitan a pasar horas sentados en ellos. Pueden ser de reglaje eléctricos, calefactados y con masaje. Los traseros también son algo justas para tres pasajeros y su acceso es un poco complicado porque el marco superior de la puerta es bajo por la caída del techo. El maletero cuenta con una capacidad de 440 litros. Bajo el suelo hay un hueco de 30 litros para los cables de carga. Entre las ayudas a la conducción está el retrovisor interior, que puede utilizarse con una cámara trasera y al que cuesta acostumbrarse, programador de velocidad, frenada automática o alerta de apertura de puerta con tráfico.
Bajo el capó el Renault E-Tech alberga dos motores, uno de 130 y otro de 220 CV, con unas baterías de 40 kWh o 60 kWH, respectivamente. La pequeña tiene una autonomía de 300 kilómetros y la grande homologa unos 470 km. Para conducirlo se pueden optar por cuatro modos de conducción: Eco, Comfort, Sport y Personalizable. Por medio de las levas de detrás del volante se regula la frenada regenerativa. Y es que la recarga de este coche puede tardar alrededor de una hora en un enchufe de potencia y hasta 30 horas en uno doméstico. El coche se comporta en marcha de una manera noble. Muy fácil de conducir, un conductor usuario de un coche de combustión tiene que acostumbrarse a sus buenas aceleraciones y a sus muy eficaces frenos, que clavan el vehículo. Tiene pocos movimientos de carrocería y su silencio invita a disfrutar del trayecto.
El Megane E-Tech está a la venta desde 35.200 euros.
Cambio a mejor
Audi aprovecha el lavado de cara del Q8 eléctrico para cambiarle el apellido. Desde ahora será e-tron. Para describir este SUV sería más sencillo decir lo que no tiene, porque el Q8 lo tiene todo en sus 4,92 metros de largo. No todo, le faltan las bujías y los inyectores.Está disponible también en acabado Sportback, pero los mayores cambios estéticos de este premium están en el frontal. La parrilla activa Singleframe –que por primera vez se abre y cierra para ventilar el motor y mejorar la aerodinámica- es nueva y puede ser del color de la carrocería o negra. Está encajada en un marco con el que se ‘apoyan’ los demás complementos como los faros Digital Matrix led. Los cuatro aros de la firma ahora son planos y pueden tener dos fondos, con lo que se eliminan los aros plateados de siempre. Otras novedad son las bocas en los laterales que crean un circuito de aire alrededor del vehículo por los bajos, donde todo está carenado para mejorar la aerodinámica. Como opción la luz de día se extiende por debajo del borde del capó. Los laterales, con los pasos de rueda pintados, denotan clase pese a las nerviaciones. Por detrás destaca los pilotos unidos por otra banda led a medio portón. El símbolo Audi de las ruedas se mantiene siempre en su posición al girar, como hace también Rolls Royce.
En el interior el Q8 t-tron destila clase y futuro se mire por donde se mire. Hay plásticos duros –como si se tratara de un utilitario en los bajos de las puertas- y blandos, piel sintética y, sobretodo, tecnología. En la misma puerta, como opción, sorprende si es como opción los microretrovisores. Son cámaras que proyectan la imagen en unas pantallas ubicadas en el interior de las puertas, tal vez algo bajos respecto a los retrovisores tradicionales, por lo que hay que acostumbrarse y apartar un poco la vista del frente. El salpicadero , enfocado al conductor y de formas muy correctas y habituales en la marca, cuenta con una pantalla digital para instrumentación de 10,1’’ y otra central para el infoentretenimiento de 8,6’’ que sustituye a todas las botoneras. Muchas de las funciones pueden accionarse por voz, lo que requiere una poco de dedicación para aprender el sistema. Opcionalmente hay un sistema de head-up-display que proyecta la información en el parabrisas. El volante tiene teclas táctiles. Por debajo de la pantalla central existe otra de 8,6’’ para la climatización que puede de ser de cuatro zonas como opción. En la consola entre los asientes está un peculiar selector de marcha en forma plana. Tras esta hay un hueco para cargar móviles y bajo el apoyabrazos otro contenedor. Los butacones, totalmente ajustables, eléctrico y calefactables, recogen perfectamente. Pueden ser de materiales combinados, microfibra procedente del reciclaje de botellas PET o piel sintética. Las plazas traseras son también buenas para tres ocupantes y debido a la altura y la distancia entre ejes no hay problemas para los viajeros de estatura. Tal vez la central está perjudicada por los mandos del climatizador. El interior puede tener techo panorámico y se completa con un ionizador y emisor de fragancias. Cuenta con iluminación personalizable. El maletero es de 570 litros (530 en el Sportback) y bajo el un hueco para los cables y la rueda de repuesto, que no es de serie. Delante y debido a la posición del motor, este coche cuenta con un hueco de unos 60 litros. Respecto a las ayudas a la conducción, las tiene todas. Pero añade el sistema de aparcamiento automático que el conductor lo puede controlar en su teléfono móvil.
La motorización del Q8 e-tron está confiada a dos motores que garantizan la tracción total. Cuenta con tres variantes de propulsión. Para ambas carrocerías se puede elegir entre tres variantes de propulsión con tracción total. El Audi Q8 50 e-tron cuenta con un motor en el eje delantero y otro en el trasero que generan una potencia de sistema de 250 kW , con una autonomía 486 km para el SUV y 501 km en el Sportback. El Audi Q8 55 e-tron alcanza 300 kW, con una autonomía de 575 km para el SUV y de 595 km para el Sportback. Y el Audi SQ8 e-tron que cuenta con tres motores que ofrecen una potencia de sistema de 370 kW y una autonomía de 465 km para el SUV y de hasta 483 km en el Sportback. La recarga en un enchufe de alta potencia hasta el 80% se consigue en 31 minutos. Mientras que en un sistema de de corriente alterna o wallbox la recarga puede prolongarse 9 horas. El coche se pega a la carretera, donde acelera de una manera increíble en una atmosfera en la que no se oye nada. El aislamiento aerodinámico y de las ruedas es total. Al tener la batería bajo todo el habitáculo y los motores en cada eje, el coche entra en curvas con toda facilidad y no hace extraños y también eso debe a la suspensión neumática inteligente.
El precio del Audi Q8 e-tron parte de los 84.610 euros.
El coche del año
Kia ha conseguido convertirse en una firma solida en el mercado español. Su fiabilidad y garantías post venta son sus cartas de presentación, en parte precedida por el éxito de su casa matriz Hyundai. Ahora se suma el acabado de los vehículos. De esta manera el Kia Sportage ha sido galardonado como el Coche del Año por el diario ABC en su 51 edición. Este SUV combina un diseño exterior elegante y musculoso con un interior vanguardista, dotado de una pantalla curva integrada que alberga las últimas tecnologías de conectividad. Con variantes diésel, gasolina e híbridas, Mild Hybrid e híbrida enchufable. De todas ellas la más interesante es el HEV, o sea el hibrido puro y duro del que no se depende de un enchufe.