El coche pierde potencia

Si notas que tu coche no tiene fuerza al acelerar, es posible que sea causa de una avería, pero también hay razones que explican la falta de potencia sin que tenga que haber algún problema mecánico. Arturo Miguel Rojo, responsable del servicio técnico del RACE, analiza las dos situaciones.

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Las averías que provocan que tu coche pierda potencia

Normalmente en los coches modernos la pérdida de potencia va unida a un testigo que va a aparecer en el panel de instrumentos. De esa forma, el vehículo ya te da la pista de qué le puede estar pasando. No obstante, hasta que no conectes la máquina de diagnosis al puerto OBD no vas a saber de forma concreta cuál es el motivo real de la avería. Los fallos van a estar relacionados con:

  • Los inyectores: su misión es inyectar en el rango en el que están parametrizados la cantidad de combustible óptimo para que se produzca la mezcla con el oxígeno y se genere la explosión que va a mover los pistones del motor. Si esa mezcla no está bien porque los inyectores no hacen su trabajo, vas a notar que el coche da tirones y hay una pérdida de potencia.
  • Falta de información de los sensores: si a la centralita no le llega información de algún sensor y cree que puede haber una avería, inmediatamente pone en modo de emergencia al coche (limp mode). Se va a encender el testigo del motor, el testigo del reostato del muelle, el testigo del EPC en los gasolina… y además, en lugar de ir a 120 km/h no te va a dejar pasar de 80 km/h.
  • El caudalímetro falla o algún sensor que mide la gestión del combustible no funciona correctamente.
  • El filtro del aire o del combustible están sucios: si el motor no puede succionar bien el aire del exterior o la gasolina, la mezcla entre ambos no será la adecuada y se notará una falta de potencia.
  • El turbo no funciona bien.
  • La propia centralita del coche puede fallar al no hacer bien la mezcla estequiométrica entre el oxígeno y el combustible.
  • Si el embrague está desgastado puede patinar y no transmitir toda la fuerza del motor a las ruedas.

Tu coche pierde potencia, pero no hay una avería

  • No estás utilizando la marcha adecuada: tu coche tiene una potencia y un par que funcionan a un número de revoluciones por minuto. Los coches de gasolina suelen rendir la máxima potencia a un régimen más alto que los diésel. Según a qué velocidad vayas y el tipo de terreno por el que circules, debes tener engranada una marcha u otra. Te ponemos un ejemplo: imagina que circulas con tu coche por un puerto de montaña. Ahí necesitas más empuje del coche que velocidad, por lo que debes circular en marchas cortas. Sin embargo, si metes una marcha más larga, notarás cómo el coche prácticamente no tiene potencia y no puede subir el puerto.
  • Vas con demasiada carga: si estás acostumbrado a viajar en coche solo y con poco equipaje, cuando vayas con toda la familia y el maletero lleno, que no te extrañe que el coche se comporte de una forma diferente, más lento y torpe. Los kilogramos de más van a hacer que tengas la sensación de que al coche le falta potencia, pero no es por una avería mecánica.
  • El aire acondicionado resta algo de potencia al motor: si estás conduciendo y decides poner el aire acondicionado, vas a notar cómo al conectarlo el motor pierde algo de fuerza. Eso es porque al encenderlo, el compresor resta algunos caballos de potencia al propulsor; depende del uso que le des puede ser desde un par de CV hasta unos pocos más. Por eso, en los coches utilitarios de menor potencia se nota más la pérdida de empuje con el aire acondicionado conectado.
  • La altitud también afecta al rendimiento del motor: un motor de combustión necesita oxígeno y combustible para funcionar. Con la altitud, disminuye la presión atmosférica y esto provoca que al motor le cueste más aprovechar el oxígeno que hay en el aire, lo que provoca una pérdida de potencia. Como ejemplo, está la Pikes Peak International Hill Climb, una carrera en un pico de Colorado que tiene una altitud de más de 4.000 metros. Los coches que participan en la competición necesitan motores muy potentes (casi 900 CV) que contrarresten la pérdida de potencia que van perdiendo a medida que van escalando metros.
  • ¡Cuidado con dejar el freno de mano puesto!: no suele ocurrir, pero hay quien se deja el freno de mano puesto mientras circula. Esto va a hacer que notes cómo le cuesta más al coche moverse, aunque realmente el elemento que va a sufrir más será el propio freno de mano, que se desgastará muy rápido al no haberlo quitado al iniciar la marcha.

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