Es posible que te haya ocurrido: vas circulando por una de las calles de tu ciudad, o lo que es más grave, por una carretera, y tu coche, de repente, se para solo. Este suceso nunca debería ocurrir por tu propia seguridad, pero existe la posibilidad de que algún tipo de avería de este tipo surja. ¿Qué hacer si el coche se para solo?, ¿cuál puede ser el motivo?
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con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del motor.
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Álvaro García, asesor técnico del RACE, explica que hay numerosas causas por las que el coche se puede parar. De forma general, los fallos se pueden clasificar en tres tipos:
- Fallos en el sistema de la alimentación.
- Fallos en el sistema eléctrico.
- Fallos mecánicos.
1) Fallos en la alimentación que pueden provocar que tu coche se pare solo
Para que el motor de un coche funcione necesita alimentarse de aire y combustible. Si no llega la cantidad adecuada de alguno de estos elementos a la cámara de combustión, es muy posible que haya una pérdida de potencia o que el coche incluso se pare. El origen de esta avería puede darse por varias razones:
- La bomba de combustible no funciona correctamente: este elemento es el encargado de que llegue la gasolina hasta los inyectores. Si no hay suficiente cantidad de combustible, la mezcla será pobre y el motor no girará como debe, hasta el punto de detenerse por no generar la fuerza necesaria para mover la mecánica.
- Los inyectores están en mal estado: puede ocurrir que los inyectores no pulvericen la cantidad adecuada de combustible porque están obstruidos. En ese caso, lo adecuado sería desmontarlos y limpiarlos.
- El filtro de combustible se bloquea: si la gasolina contiene muchas impurezas al ser de mala calidad, a largo plazo el filtro de combustible no permitirá el paso del carburante porque quedará obstruido. Si el filtro está bloqueado, se puede limpiar o, directamente, cambiarlo por otro nuevo.
- El filtro de aire está sucio o mojado: la acumulación de suciedad o humedad puede provocar que no llegue la suficiente cantidad de aire al interior del motor y la mezcla esté descompensada al haber mucha gasolina, pero poco aire para realizar la combustión. Lo normal es cambiar el filtro por otro nuevo o lavarlo, dependiendo de si es o no reutilizable.
- El caudalímetro da error: este elemento regula la cantidad de aire que entra al motor. Si está en mal estado, es posible que la mezcla no sea la adecuada y el coche llegue a pararse.
2) Fallos en el sistema eléctrico
Álvaro García divide los fallos de este apartado en dos grandes bloques:
- Por algún tipo de anomalía.
- Por protocolo.
- Fallo del alternador: cuando el coche hace un chequeo antes de arrancar y detecta que el alternador no funciona y no está cargando la batería, el coche no se va a encender para evitar una avería mayor.
- Fallo por falta de combustible: si tu coche está con la reserva al límite y detecta que puede haber una avería (puede absorber aire, en lugar de combustible, y estropear la bomba).
- Activación del inmovilizador del coche: si no se detecta que está la llave en el vehículo, la centralita evita el encendido del motor para evitar robos.
- Si el coche está perdiendo potencia, si está consumiendo demasiado aceite, si no suena como debería o si empieza a echar un exceso de humo por el escape, puede ser una señal de que el motor está a punto de gripar. Después de todos estos avisos, el coche finalmente llegará a pararse.
- Si se rompe la correa auxiliar, que es la que mueve el alternador, aparece un testigo de la batería en el panel de instrumentos. Está dando el aviso de que la energía que está utilizando el vehículo proviene de la batería. Cuando ésta consume toda la electricidad (por protocolo, se van apagando elementos que el vehículo no necesita para funcionar como la radio, las luces y, en último término, la dirección asistida y el servofreno), el coche se parará.
- Si una masa no hace un buen contacto.
- Si el botón de encendido está roto y detecta que está pulsado, aunque realmente no lo está, el coche puede llegar a pararse.
- Si te has confundido a la hora de echar el combustible adecuado al motor.
En el primer bloque, el de la anomalía, puede ocurrir que alguna pieza del sistema eléctrico no funcione como debe, de forma puntual. Por ejemplo, que un cable se haya cortado, que una bujía no dé la chispa necesaria, que la batería no esté cargando o que la ECU (centralita que gestiona el motor) no tenga la lectura correcta de todos los parámetros, y, por tanto, el motor llegue a pararse.
En el segundo bloque, el del protocolo, puede ocurrir que el motor llegue a detenerse porque el fabricante lo ha programado así. Tal es el caso de un fallo en el sistema del AdBlue (por obstrucción en un conducto, por ejemplo): el coche, por normativa, en el momento en que hay un fallo por anticontaminación se debe detener. Por seguridad, se establece una limitación de kilómetros ya que si se parase in situ podría suponer un riesgo para la seguridad de los ocupantes del vehículo.
Otra cuestión diferente es que en lugar de detenerse, el coche no llegue a arrancar por diferentes motivos. El experto menciona tres casos comunes:
3) Averías mecánicas por las que el coche se para solo
Si hay un fallo mecánico es más sencillo detectar que el coche se puede llegar a parar antes de que ocurra. Es decir, el vehículo te va a dar la pista de que algo ocurre. García menciona algunos casos más comunes:
Son muchos los motivos por los que un coche puede llegar a detenerse por avería mecánica. En cualquier caso, García asegura que en muchas ocasiones se debe a que no se hace un mantenimiento adecuado del vehículo. Si se deja pasar una avería pequeña, que es fácil de arreglar, luego las consecuencias pueden ser más graves. Por tal motivo, no desatiendas el cuidado de tu coche y llévalo a revisión cuando toca en algún taller de confianza, como los que pertenecen a lared Eurekar, que trabajan bajo la garantía del RACE.
Si un problema con el coche te obliga a llevarlo a un taller,
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