coche al sol

Una de las cosas que peor llevarás como conductor o pasajero en verano es el calor que se acumula en el coche cuando no tienes más remedio que dejarlo aparcado al sol. Las altas temperaturas que puede alcanzar tu vehículo expuesto al sol no sólo te hará sudar la gota gorda cuando te subas a él, también puede tener consecuencias negativas para el coche en forma de averías o con un deterioro prematuro de la carrocería y del interior.

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La forma más efectiva de proteger el coche del sol es aparcar en la sombra o incluso mucho mejor, en un parking (y si puede ser gratis, mejor). Ningún conductor rechaza un hueco protegido del sol cuando está buscando aparcamiento. Son los espacios más solicitados ya que permiten reducir unos cuantos grados la temperatura del interior del coche. Pero, lamentablemente, muchas veces te tocará aparcarlo a pleno sol. Es hora de buscar otras formas de proteger el coche del sol y evitar el calor en la medida de lo posible.

¿Cómo poner el parasol al coche? Una buena forma de proteger el coche del sol

Una de las mejores soluciones para evitar que el coche se caliente en exceso es el parasol de coche. Es indispensable llevarlo en el coche durante el verano porque consigue reducir el calor que se genera en el interior del vehículo. Funciona como un freno para los rayos de sol, impidiendo que estos entren con toda su fuerza en el habitáculo.

Para que su uso sea eficaz debes acoplarlo en el parabrisas delantero e intentar que sea un parasol a medida del coche, cubriendo todo el cristal. También es recomendable llevar un segundo parasol y colocarlo en el parabrisas trasero.

Y si quieres proteger tu coche al completo, puedes encontrar parasoles para las ventanillas laterales en diversos establecimientos y tiendas especializadas del automóvil. Son muy útiles, especialmente si viajas con niños o mascotas, para evitar que durante el viaje les lleguen los rayos de sol directamente y para reducir el calor en el interior cuando dejas el vehículo aparcado al aire libre.

Protegiendo todas las ventanillas con parasoles conseguirás reducir la temperatura del coche en al menos dos grados y, al mismo tiempo, estarás protegiendo la tapicería, el salpicadero y el resto de elementos. Pero aún hay más.

Otras formas de proteger el coche del sol: cortinillas, protector de volante…

¿Quién no se ha quemado al coger el volante de su coche expuesto al sol? Aun habiendo utilizado parasol en el parabrisas es posible que los rayos de sol hayan entrado por la ventanilla lateral. Una solución sencilla y económica es utilizar un protector de volante. Así, cuando tengas que conducir tendrás el volante a buena temperatura y no tendrás que esperar a que se enfríe. Llegados a este punto, queremos recordar la importancia de conducir con seguridad. Si lo haces con el volante muy caliente, no lo harás seguro y estarás aumentando el riesgo de sufrir un accidente al no poder agarrarlo con precisión.

Otra opción que ofrecen cada vez más coches son las cortinillas para el coche, que pueden venir integradas o puedes instalarlas después y son muy efectivas contra los rayos de sol.

Si ni con los parasoles ni con las cortinillas es suficiente, también te ayudará a protegerlo si lavas el coche frecuentemente durante el verano, pero no lo hagas durante las horas de más calor porque el agua se evaporará más rápido. Incluso tienes la opción de aplicar una cera protectora contra los rayos ultravioleta para proteger la carrocería. También existen líquidos que permiten proteger los faros del coche. Si no, antes o después tendrás que pulirlos.

Otra solución eficaz para evitar que se caliente el interior del coche es dejar las ventanillas un poco bajadas, pero claro, aquí entra el ‘factor robo’, por lo que hay que extremar la precaución y elegir bien cuándo escoger esta solución.

Protege el coche del sol con una tapicería más clara

Hay estudios que han analizado cómo influye el color de la carrocería en la temperatura interior que alcanza un vehículo expuesto al sol con la conclusión de que el color externo no es lo que realmente afecta a la cantidad de calor que se acumula en el interior, sino el color del interior, es decir, del salpicadero y la tapicería de los asientos. Si son oscuros sí absorben más la energía solar que entra por las ventanillas generando mayor efecto invernadero en el habitáculo.

Otra opción es optar por lunas tintadas ya que, además de intimidad, ayudan a frenar los rayos de sol. Un detalle a tener en cuenta a la hora de comprar un coche.

Abre las puertas y airea el coche antes de entrar

Si después de aplicar estos consejos, abres tu coche y está caliente, lo recomendable es que sigas estos pasos:

  • Abre las puertas (y las ventanillas si no necesitas del motor para bajarlas) para que se ventile un poco antes de arrancar.
  • Baja las ventanillas si no lo pudiste hacer antes de poner en marcha el motor y espera unos minutos sin conectar el aire acondicionado.

Si lo haces así la temperatura del coche bajará antes y el aire acondicionado funcionará mejor. Y nunca sientes a un pequeño en su silla tras haber dejado el coche expuesto al sol sin antes haber comprobado la temperatura de la misma.

Con estos consejos esperamos que el calor del verano sea más llevadero cuando te pongas al volante. Seguro que tu coche te lo agradecerá.

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