Saltar marchas

El motor de tu coche trabaja en un rango de revoluciones en los que puede entregar mayor o menor potencia y par motor. Para aprovecharlas de la mejor forma posible está la caja de cambios, que permite subir o bajar las marchas para aprovechar mejor la fuerza de empuje (primera y segunda marcha, sobre todo) a costa de no tener mucha velocidad o viceversa con las marchas más altas.

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Si has conducido o conduces con una caja de cambios manual (en la automática es el coche el que cambia y decide qué marcha engranar), seguramente alguna vez habrás probado a saltar una marcha del coche. ¿Es esta práctica correcta o el coche está sufriendo más de lo que debe? Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, explica que todo va a depender de si cambias de marcha hacia velocidades más largas o más cortas. En el segundo caso, sobre todo, sí que va a suponer un problema para el coche. Lo explicamos con más detalle a continuación.

Saltar de marcha cuando aceleras: lo puedes hacer, aunque el coche se quedará sin fuerza

Imagina que estás circulando por una carretera llena de curvas que te permite jugar con el cambio de marchas y llega una recta larga. En ese juego de marchas, decides acelerar el motor y pasar de tercera a quinta velocidad. Soriano explica que es una práctica que teóricamente se puede hacer sin que la mecánica sufra.

Lo que ocurre es que al no pasar por la cuarta marcha y cambiar directamente a la quinta, esta velocidad tendrá menos par y fuerza para avanzar, así que vas a tardar más en llegar a la velocidad de crucero que quieres alcanzar, además de que puedes provocar un desgaste mayor en el embrague al exigirle un esfuerzo mayor. Si no aceleras lo suficiente y el motor no alcanza cierto número de revoluciones por minuto, al saltar una marcha lo que podría pasar es que el motor llegase a calarse (sobre todo si tiene poca potencia), aunque es raro que esto suceda.

Saltar de marcha cuando reduces: la caja de cambios puede sufrir las consecuencias

El verdadero problema para la mecánica del coche puede suceder si saltas de marcha cuando reduces. Tal como decíamos al inicio del artículo, el motor trabaja con una velocidad de giro que tiene un límite marcado por la zona roja del tacómetro, un instrumento que marca el número de rotaciones que realiza el cigüeñal en un minuto.

La cuestión es que cuando estás reduciendo de marcha, las revoluciones del motor suben a su vez de forma controlada a cada cambio de velocidad que realizas. Si saltas de velocidad, la aguja del tacómetro alcanzará la zona roja y aquí es donde está el riesgo de partir los engranajes de la caja de cambios ya que cada relación de marchas está preparada para aguantar un par de fuerza.

Si, por ejemplo, pasas de una tercera velocidad, que tiene un par de fuerza bastante más bajo que la primera velocidad, lo más seguro es que se rompa algún elemento de la caja de cambios como la envolvente o la campana si el tacómetro llega o traspasa la zona roja.

Los piñones de la caja de cambios están preparados para mandar un par a ciertas revoluciones. Cuando se baja de marcha para intentar igualar ese par, el vehículo intenta compensarlo subiendo las revoluciones. Si no reduces a la marcha consecutiva que corresponde, en el cambio entre dos marchas el par va a ser muy alto, momento en el que se puede producir el fallo y la rotura de los elementos. En ese caso, no te quedará otra que llevar el coche a un taller, como los que forman parte de la red Eurekar, con la garantía del RACE.

Entonces, ¿cómo hay que cambiar de marchas en un coche?

Cambia de velocidad como te enseñaron en la autoescuela, es decir, marcha tras marcha y de forma ordenada, sin saltarse ninguna. Si quieres aprovechar el rendimiento y la eficiencia de tu motor, sin que el desgaste de sus piezas sea muy acusado, lo normal es que cambies la velocidad entre las 2.500 – 3.000 rpm si el propulsor es de gasolina o a las 2.000 – 2.500 rpm si es diésel. Si reduces, en un gasolina debes hacerlo antes de que las vueltas bajen por debajo de las 1.500 rpm mientras que en un diésel el cambio es antes de las 1.200 rpm aproximadamente.

Si te has saltado una marcha al reducir, puede que la caja de cambios haya sufrido,
lleva tu coche a un taller de la Red RACE Eurekar para que te solucionen el problema.

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