Cambiar embrague, ¿Merece la pena?

El embrague es una pieza clave dentro de un coche: es el elemento que se encarga de transmitir la potencia del motor a las ruedas a través de la caja de cambios. Debido a su funcionalidad, el embrague sufre un desgaste diario que es muy acusado, sobre todo, para aquellos coches que circulan mucho por la ciudad, el terreno donde más veces se embraga y se desembraga el disco.

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No obstante, no es la única situación por la que el ferodo del embrague se va desgastando. También depende de cómo lo utilices (si haces una conducción suave o brusca), de si circulas en carreteras y calles con muchas cuestas, de si tienes manías como circular con el pie apoyado en el embrague o, incluso, si sueles encontrarte muchos atascos en tu día a día.

¿Cuándo te merece la pena cambiar el embrague del coche?

Juan Carlos Duque Portillo, asesor técnico del RACE, señala que el paso de los kilómetros y los años hace que en algún momento tengas que sustituir el embrague. Por normal general, un embrague puede durar entre 150.000-200.000 kilómetros, aunque no es una norma escrita, algunos modelos pueden durar muchos kilómetros más.

El embrague te da algunos síntomas de que es hora de cambiarlo:

  • Si patina, el motor no entregará toda la potencia a las ruedas.
  • Si percibes olor a quemado.
  • Si la aguja del cuentarrevoluciones sube, pero el coche casi no avanza.
  • El pedal del embrague no vuelve a su posición natural.

Si tienes estos problemas es cuando debes plantearte si te merece la pena cambiar el embrague del coche. Valora las condiciones generales en las que está tu coche y cuánto dinero llevas gastado por averías. Si llevas unos 2.000 o 3.000 euros, igual es momento de cambiar de coche porque es una señal de que es demasiado viejo o ha hecho muchos kilómetros en pocos años. Sin embargo, si sólo te has gastado lo que corresponde en mantenimiento, sí que te puede compensar cambiar el embrague.

Si sólo tienes que reemplazar el kit de embrague (disco de embrague, plato de presión y el collarín), es una avería que por unos 700 euros se puede solucionar. Si una vez desmontada la caja de cambios, acción necesaria para estudiar el estado del embrague, se comprueba que el volante de inercia tiene mucha holgura, tendrás que añadir al presupuesto unos 700 euros más.

La suma anterior, incluyendo la mano de obra (que varía dependiendo del taller al que lo lleves, como los que pertenecen a la red Eurekar) da como resultado un gasto de unos 1.400 euros, lo que debe hacerte plantear si te merece la pena cambiar el embrague, sobre todo en un coche que tiene muchos kilómetros y muchos años (aquí ya entra el cariño que le tengas al coche y el dinero que estés dispuesto a gastarte en él).

Si no hay problemas en el volante de inercia, sí que te puede merecer la pena cambiar el kit de embrague y aprovechar el volante de inercia, siempre que esté en buenas condiciones y en el odómetro del coche no veas muchos números.

En definitiva, sé razonable a la hora de juzgar si merece la pena gastarte más de 1.500 euros en un embrague si el valor venal del coche no se aleja mucho de ese precio. Si tienes mucho cariño al coche y te lo puedes permitir, adelante, merece la pena cambiar el embrague. Si simplemente lo consideras como una forma de transporte, replantéate seriamente la compra de otro coche.

Si crees que tienes un fallo en el embrague de tu coche, acude a uno de los
talleres RACE Eurekar donde tendrás nuestra garantía RACE en la reparación que hagas.

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