Conducción preventiva

La conducción preventiva es un estilo de conducción que se basa en anticipar riesgos y tomar decisiones seguras antes de que ocurran los imprevistos. Aplicando una serie de técnicas y hábitos responsables, los conductores pueden reducir accidentes, ahorrar costes y aumentar su seguridad en la carretera.

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Las técnicas de conducción preventiva

El objetivo de la conducción preventiva es poder controlar tu vehículo en todo momento adelantándote a los posibles riesgos que puedan surgir. Para ello, es necesario aplicar diferentes técnicas de conducción preventiva:

  • La distancia de seguridad: es aquella que te permite detener el vehículo con total seguridad ante un imprevisto. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), como mínimo te debe dar tiempo a contar dos segundos desde que pasa el vehículo que te precede por un punto hasta que llegas con el tuyo. No obstante, la distancia de seguridad debe aumentar si:

    • El asfalto está mojado o la carretera está en mal estado, en cuyo caso hay que aumentar los segundos contados a tres o más.
    • Circulas por una carretera con un carril por sentido. Debes aumentar la distancia con el vehículo de delante para permitir un adelantamiento seguro. Recuerda que una vez realizado un adelantamiento, debes dejar una distancia prudencial con el vehículo de atrás, es decir, evita incorporarte al carril pegándote al vehículo que acabas de adelantar u obligarás a éste a modificar su trayectoria y velocidad.
    • Circulas por un túnel, ya que en caso de colisión múltiple las consecuencias pueden ser desastrosas. En esta situación, hay que aumentar la distancia de seguridad en al menos 100 metros o contar cuatro segundos si no va a haber un adelantamiento.
       
  • Observación: observar siempre el tráfico que te rodea para poder reconocer de dónde viene el riesgo en la carretera. Permanece siempre atento al comportamiento de los demás usuarios de la vía, ya sean peatones, ciclistas o conductores. Algunos de los riesgos más comunes suelen estar en las incorporaciones, en los adelantamientos, en las salidas y entradas de las glorietas, en las intersecciones, en los pasos de peatones y en los vehículos aparcados.
  • Adaptación: observa el estado de la carretera y la climatología (hielo, nieve, lluvia, niebla…) y adapta tu estilo de conducción a cada circunstancia ajustando la velocidad y utilizando las luces adecuadas.

¿Qué beneficios aporta la conducción preventiva?

Son varios los beneficios si aplicas una conducción preventiva cada vez que utilizas tu vehículo:

  • Reduce la posibilidad de sufrir o provocar un accidente.
  • Si conduces de forma eficiente y tranquila, ahorrarás en combustible.
  • Tu vehículo sufrirá un desgaste menor en sus piezas (neumáticos, frenos…).
  • Evitarás conflictos y situaciones de tensión.
  • Tu bolsillo lo agradecerá: evitarás reparaciones y multas innecesarias.
  • Disfrutarás más de la conducción al tener mayor control del volante y de las circunstancias que te rodean.

Consejos sobre la conducción preventiva

Para realizar una conducción preventiva adecuada, sigue estas recomendaciones:

  • Conduce con suavidad: evita frenazos, aceleraciones y cambios de dirección bruscos que puedan provocar accidentes.
  • Mantén la vista a cierta distancia: no te fijes en lo que tienes justo delante de tu capó.
  • Controla el tráfico que te rodea a través de los espejos retrovisores. Míralos de forma breve, pero frecuente.
  • Cuidado con los ángulos muertos, sobre todo si tienes ciclistas o motoristas cerca.
  • Evita las distracciones al volante: recuerda que el uso del móvil o el GPS durante la conducción está prohibido. Aquí tienes otras distracciones que debes tener en cuenta.
  • Respeta las normas de tráfico en todo momento.
  • Revisa periódicamente el estado del vehículo.
  • Señaliza siempre tus maniobras con los intermitentes, sé previsible para los demás ocupantes de la vía.

Recuerda: adoptar la conducción preventiva no solo es una forma de protegerte a ti y a los demás, sino también de ahorrar y disfrutar más de cada trayecto. Ser un conductor responsable empieza por anticiparse.

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