Conducción defensiva

Si nunca te has preocupado por practicar la conducción defensiva, no lo dudes: los desplazamientos que hagas este verano son tan buen momento como cualquier otro para empezar. A fin de cuentas, lo más probable es que ya estés siguiendo alguno de estos consejos sin ser consciente de ello. Pero ¿de qué se trata exactamente?

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Por conducción defensiva entendemos un conjunto de hábitos o técnicas de conducción pensadas para anticiparse a los riesgos, prevenir accidentes y, si es necesario, reaccionar de la mejor manera posible ante cualquier imprevisto que te sorprenda en la carretera, minimizando sus consecuencias. Con ello, además, no solamente te proteges a ti mismo y al resto de usuarios de la vía, sino que consigues un mejor mantenimiento de tu vehículo y evitas alguna que otra sanción de tráfico.

Consejos para practicar la conducción defensiva

Solo en 2022, se produjeron 1.042 siniestros mortales en las carreteras españolas, según datos de la DGT. Más de un millar de accidentes donde fallecieron 1.145 personas y otras 4.008 resultaron heridas graves; motivo más que suficiente para recordar que, una vez en la carretera, nuestra seguridad no depende solo de nosotros mismos, sino que también influyen el resto de conductores, los factores externos (como el estado de las carreteras o una señalización incorrecta) y los medioambientales.

Por eso, conducir observando los principios de la no tiene sino beneficios para la seguridad y la salud de todos. Estos son algunas de las técnicas que, desde RACE, te aconsejamos practicar cada vez que te pongas detrás del volante:

  1. Mira y observa, tanto a lo lejos como a través de los espejos retrovisores. No te enfoques solo en el espacio inmediatamente pegado al tuyo; usa los retrovisores para saber lo que sucede a tu alrededor en todo momento, controla los ángulos muertos y mira también a lo lejos.
  2. Desconfía de cuanto sucede a tu alrededor, y si existen motivos para prever un peligro, asume lo peor y toma las precauciones necesarias, empezando por levantar el pie del acelerador para ganar tiempo de reacción. Cualquier cosa puede pasar: un vehículo que se te echa encima, un conductor que no respeta un STOP
  3. Mantén siempre la distancia necesaria con el resto de vehículos. Calcula al menos dos segundos por delante tuyo y vigila la posición de los coches que circulan a tu espalda. Frena siempre progresivamente y, si es necesario, usa las luces de emergencia para advertir de un atasco en carretera.
  4. Nunca viene mal reciclarse con un curso de técnicas de conducción, para saber reaccionar frente a imprevistos como el aquaplaning o frenadas de emergencia.
  5. Conducción defensiva

  6. Mantén las dos manos sobre el volante: imagina que se trata de un reloj y pon tus manos en la posición de las dos menos veinte o de las tres menos cuarto.
  7. Conduce estando de buen humor… porque no es ninguna broma. Un estudio de la Universidad de Virginia Tech (EE UU) concluyó, en 2016, que circular mientras se está visiblemente enojado, triste, llorando o emocionalmente agitado hace que las probabilidades de sufrir un accidente se multipliquen por 10.
  8. Mantén un ambiente tranquilo y libre de estrés dentro del vehículo, y utiliza el sentido común y la cortesía con respecto a otros conductores.
  9. En caso de lluvia, niebla o visibilidad reducida, extrema todas las precauciones anteriores, ya que en caso de emergencia probablemente dispongas de un menor tiempo de reacción.
  10. No consumas drogas o alcohol antes de conducir, y si tomas medicamentos, asegúrate de que no tienen un efecto negativo sobre tu conducción.
  11. Evita distracciones. No uses el móvil y, si necesitas el GPS, prepáralo antes de iniciar la marcha.
  12. Descubre todas las ventajas de ser Socio del RACE y viaja con total seguridad en tus desplazamientos.
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