Cómo vender una moto

Vender una moto de segunda mano no es un proceso sencillo. Requiere tiempo y, dependiendo de cada caso, algo de paciencia. Existen dos caminos principales para vender una moto: ir a un concesionario para que ellos te vendan la moto y se lleven una parte del beneficio o directamente venderla tú mismo. En cualquiera de los dos casos, antes de proceder a la venta debes seguir una serie de consejos para que consigas un comprador cuanto antes y que no te dé ningún problema.

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1) Prepara los documentos originales de la moto

Para realizar la transferencia del vehículo vas a tener que presentar los documentos originales de la moto: tanto el permiso de circulación como la ficha técnica de la ITV. Ambos documentos los puedes conseguir solicitándolos a través del RACE.

Puedes vender la moto sin pasar la ITV, pero esto va a echar atrás a muchos compradores. Además, sin la ITV en vigor no se puede circular hasta haberla pasado de nuevo por lo que tu comprador será todavía más reacio si no puede conducir la moto hasta pasado un tiempo. Recuerda que con el RACE puedes aprovechar el servicio de la ITV a domicilio. Así no perderás tu tiempo en pasar este trámite.

El comprador agradecerá si le entregas la etiqueta ambiental de la DGT que le corresponde a la moto, si es que tiene derecho a una. Todo suma a la hora de convencer al posible futuro usuario de tu vehículo.

2) Haz una revisión de la moto antes de enseñarla

No vas a convencer a nadie si vendes una moto que se calienta, que va a tirones o que tiene las ruedas desinfladas y no traza bien las curvas. Es un buen detalle llevarla al taller y revisar todo. Además, si enseñas la factura del taller al comprador, es una forma más de convencerlo.

Si tiene la ITV pasada ese año, el comprador entenderá que la moto que va a comprar está en un estado aceptable para circular de forma legal.

3) Lava la moto y haz fotos y vídeos

Una moto, si entra por los ojos, tienes la mitad del camino hecho. Por eso, dedica un tiempo a lavar y encerar la moto. Cuando ya esté seca, haz fotos y vídeos con una buena luz. Quien quiera comprar la moto, antes de ver la moto te va a pedir fotos de cualquier detalle, así que aplícate a la hora de fotografiarla. Además, es una forma de demostrar que no tienes nada que esconder. Si tienes un anuncio en Internet, cuenta con detalle cualquier curiosidad de la moto, por qué la vendes, si tiene algún desperfecto… y especifica su ficha técnica.

4) Si dejas la moto, ten cuidado con los robos

Si dejas la moto en un concesionario es difícil que pase, pero cuando se la quieres vender a un particular, seguramente te pedirán probarla. Aquí entramos en un terreno fangoso. Hay quien directamente no deja la moto y hay otros que la dejan sin preocuparse de las consecuencias.

No es la primera vez que le roban la moto a alguien así. Si decides dejar probar la moto, quédate con algún tipo de documento con el DNI y con algo de dinero hasta que vuelva. Puede ser quizás un poco violento, pero tú te curarás en salud. También existen los localizadores que instalas en la moto. Así sabes dónde está en todo momento. Si no, siempre puedes acompañarlo con otra moto.

5) Sé lógico a la hora de establecer un precio

Todos los vehículos se van depreciando año tras año desde el mismo momento en que se matriculan. Al precio de venta en el momento de la compra se le conoce como el valor venal y en este artículo te contamos cómo puedes calcularlo. Pero establecer un precio de venta va mucho más allá de este valor. Todo depende del tipo de moto que sea, de cuál sea su estado, de cuántos kilómetros hayas hecho con ella…

Es interesante que revises las webs de ventas de motos de segunda mano y compruebes a qué precio la han puesto los demás vendedores. Siempre encontrarás precios muy inflados y otros que están muy por debajo. Haz una media y fíjate bien que sus características sean muy parecidas a las tuyas. Si estableces un precio muy alto, nadie se va a interesar por tu moto.

6) Si vas a vender tu moto por Internet, no engañes

En las ventas de vehículos existe un término denominado vicio oculto: es todo tipo de defectos que no se detectan en el momento de la compra. Como vendedor, si sabes que tiene un fallo la moto, si no lo arreglas tú debes decirlo al comprador. Cuando le vendas la moto, si descubre ese vicio oculto estarás obligado a arreglarlo. Recuerda que la garantía mínima cuando se hace una venta a un particular es de seis meses hasta un año.

7) No entregues la moto hasta que esté formalizado el pago

Toda venta debe seguir un proceso riguroso para que no te estafen. Te recomendamos que lo hagas a través de una gestoría como la que tiene el RACE para que un profesional te guíe. Si lo haces tú mismo, necesitas:

  • DNI de comprador y vendedor.
  • Permiso de circulación de la moto.
  • Tarjeta de ITV (mejor en vigor).
  • Recibo del último pago del impuesto de circulación.
  • Contrato de compraventa.
  • Declaración de transmisión de vehículos usados.
  • Abono del impuesto de transmisiones patrimoniales (lo paga el comprador).

Cuando formalices el contrato de compraventa, acto seguido debes hacer la notificación de la venta en la DGT para evitar cualquier problema de multas o por si se comete algún delito con la moto. De todas formas, hasta que no tengas el dinero en tu banco, no des las llaves del vehículo (aquí también son numerosas las estafas). Por último, deberás informar a tu seguro. Ya por fin tendrás el dinero para volver a invertir en otra moto (o en lo que quieras).

Si vas a vender tu moto, te recomendamos que lo hagas a través de una gestoría ,
como de la que se benefician los Socios del RACE.

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