Cada año en España los ladrones roban más de 30.000 coches, lo que supone una media de más de 90 coches cada día. Por eso, es muy importante conocer los tipos de antirrobo de coche que existen. En el mercado encuentras una gran variedad de sistemas, desde las clásicas barras ancladas en el volante, pedales… hasta los más tecnológicos, como las alarmas, llaves, GPS…

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Aunque los coches nuevos que se venden en los últimos años ya suelen incluir algún tipo de alarma o tecnología antirrobo, todavía hay en España cerca de 13 millones de turismos, según ANFAC, con más de 15 años de antigüedad circulando por nuestras calles y carreteras. Estos coches más antiguos no suelen incluir tanta tecnología, así que es aconsejable protegerlos con un sistema antirrobo de coche.

Antirrobo de coche con localizador GPS

Este rastreador GPS es realmente útil en el caso de que el coche haya sido sustraído, ya que detecta la ubicación del vehículo en tiempo real manteniendo informado a su propietario en todo momento mediante una aplicación.

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Incluye un sensor de movimiento y hace un seguimiento del coche cuando está circulando. Además, tiene función geovalla, es decir, se puede programar para que cuando exceda de un determinado territorio se active una alarma. También hay localizadores GPS con sensor de velocidad integrado y con botón SOS para emergencias o micrófono para una comunicación directa.

Existen otros localizadores que se conectan al puerto OBD del vehículo o que funcionan con una tarjeta SIM integrada que permiten el seguimiento del vehículo si se pone en movimiento. En estos casos, es recomendable que su instalación esté lo más oculta posible para que los ladrones no se percaten de este sistema antirrobo del coche.

Antirrobo inmovilizador electrónico para el coche

Se trata de un sistema cuya misión es impedir el encendido del motor del vehículo sin la llave, un comando remoto u otro dispositivo programado. El inmovilizador solo se activa cuando la llave, el mando remoto u otro dispositivo es reconocido por el sistema. Hay diversos tipos de antirrobo con inmovilizador electrónico:

La llave transponder es el más utilizado por su sencillez de uso y porque se empezó a introducir en los vehículos a finales de la década de los 90. El conductor sólo tiene que accionar la llave como lo haría con otra llave clásica que no incluya el sistema inmovilizador. La misma llave incorpora un pequeño chip que le permite la doble función de transmitir y responder utilizando la tecnología de Radio Frecuencia.
Comando remoto infrarrojo: emite una señal para permitir arrancar el motor y abrir y cerrar puertas. No necesita antena, pero sí una unidad receptora del código infrarrojo que, por lo general, se ubica en el espejo retrovisor interior. Para hacerlo más seguro, los inmovilizadores más avanzados utilizan un código variable para evitar que sea copiado por los ladrones.
Inmovilizador con teclado numérico: una vez dentro del vehículo, el conductor debe introducir un código numérico que él solo conoce para arrancar el motor. Es un sistema sencillo que no utiliza receptores ni señales por radiofrecuencia pero que sí implica la necesidad de introducir dicho código cada vez que queremos utilizar el coche y que si se olvida supondrá una importante pérdida de tiempo y dinero ya que habrá que sustituir algunos elementos costosos.
Tarjeta codificada: en lugar de una llave, se utiliza una tarjeta para abrir y cerrar las puertas y para arrancar el motor introduciendo dicha tarjeta en un lector y pulsando un botón de arranque. La tarjeta suele incluir un código variable aleatorio para evitar que sea copiado.

Además de estos sistemas electrónicos, también existe el cortacorrientes, un sistema antirrobo oculto sólo conocido por el propietario del vehículo que corta de forma manual el suministro de energía proveniente de la batería, necesario para arrancar el motor del vehículo. Según su complejidad técnica, puede costar entre 50 euros y más de 300 euros.

Sistemas antirrobo pasivo, los de toda la vida

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Siempre puedes recurrir a los clásicos inmovilizadores de coche que tanto se utilizaron en las décadas de los 80 y 90. Podemos citar la palanca antirrobo de bloqueo de volante, o los que se anclan a los pedales, freno de mano o caja de cambios. Los más básicos pueden rondar los 50 euros.

Siguen siendo una solución sencilla y más económica para disuadir a los ladrones. Su función es bloquear el uso de alguno de los elementos principales para conducir un vehículo.

Hay que tener cuidado con ellos a la hora de guardarlos dentro del coche, ya que es peligroso llevar objetos sueltos dentro del habitáculo. También puedes optar por los cepos que bloquean las ruedas de los coches y que también utiliza la policía en algunos países para inmovilizar un vehículo.

Instala una dashcam en el interior del vehículo

Es una cámara de reducido tamaño que se puede colocar en la parte frontal del parabrisas, además de la parte trasera o lateral del vehículo. Su función es grabar el entorno del coche y funciona también como un elemento de disuasión. Si un ladrón ha puesto el ojo en tu coche, se lo pensará dos veces si hay una cámara en el interior. Su precio básico es de unos 20 euros, aunque los kits más completos con diferentes cámaras repartidas por el vehículo cuestan por encima de los 300 euros.

Placa antirrobo del catalizador

El catalizador es uno de los elementos más codiciados de un coche debido a los elementos preciosos que contiene en su interior. Si te roban uno, seguramente el coste económico ronde unos 2.000-3.000 euros, teniendo en cuenta que para sustraerlo, los ladrones dañarán otras piezas que están debajo del vehículo. Para evitar esto, existen unas placas antirrobo del catalizador que tienen un precio que ronda desde los 150 euros hasta los 500 euros.

A la hora de comprar el mejor antirrobo de coche, valora el que mejor se ajusta a tus necesidades, a las características de tu vehículo y a tu presupuesto. Si te han abierto el coche y te han robado, aquí te contamos cómo te cubre tu seguro. No obstante, procura evitar el robo de tu vehículo siguiendo estos consejos.

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