Tu coche necesita mimos y cuidados cada cierto tiempo. Es lo que se conoce como el mantenimiento preventivo del vehículo y es fundamental para que, a largo plazo, no aparezcan averías graves que te impidan utilizar el coche diariamente.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del motor.
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Más allá de esta inspección anual, cuando vas a hacer un viaje largo también es recomendable comprobar que el líquido refrigerante, el líquido de frenos, el aceite, la presión de los neumáticos y otros tantos elementos están en su nivel y estado adecuados. Del mismo modo, Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, aconseja realizar una revisión si tu coche ha estado cerca de la playa. La razón es que el agua, la arena y la sal no son buenos amigos de la mecánica y, según el tiempo que hayas estado en esa zona costera, ciertas piezas del vehículo pueden haber acumulado arena o incluso tener algo de óxido.
¿Qué piezas revisar tras volver de un viaje a la playa?
Lo cierto es que no debes alarmarte por haber estado en la playa un par de semanas. En este caso, lo importante es realizar un lavado concienzudo del coche, tanto por el exterior como por el interior, para quitar cualquier resto de sal y arena que haya podido quedar por los bajos del vehículo o dentro del habitáculo. Cualquier grano de arena que se quede en la carrocería o en la tela de los asientos puede ir erosionando poco a poco los materiales, al igual que sucede con la sal que se queda adherida en los amortiguadores, en el sistema de frenos o, en general, en la parte inferior del vehículo y puede llegar a generar corrosión.
Consejos para quitar la arena y la sal del coche
- Soriano recomienda utilizar una pistola de agua a presión, como las que se encuentran en las gasolineras y boxes de lavado, y aplicarla directamente sobre toda la carrocería, poniendo especial atención a los bajos del vehículo y al sistema de frenos.
- Si observas este tipo de utensilio, tiene cierto ángulo en su boca que está pensado, precisamente, para llegar a las zonas más inaccesibles del coche.
- Aplica sólo agua (sin jabón, ni cera añadida) a las partes del coche que más arena pueden haber acumulado como son las pinzas de freno (si no se limpian los discos o las pinzas, la arena puede llegar a dañarlos y crear un surco), los muelles, amortiguadores, brazos de suspensión, rótulas y pasos de rueda, en general. Una vez que hagas varias pasadas, ya puedes aplicar el jabón y posteriormente encerar el coche.
- No acerques demasiado la pistola de agua ya que puede dañar algunos elementos del coche como, por ejemplo, los sensores del ABS. Una distancia de unos 30 centímetros es suficiente para que la presión haga su efecto sobre la arena y la sal.
- También es recomendable abrir el capó y observar si el motor ha acumulado algún tipo de sedimento. En este caso, utiliza una pistola de aire a presión para quitar los restos de arena. Una vez que hayas cubierto este paso, puedes lavar el motor, pero recuerda utilizar siempre agua destilada. Así evitarás que la batería o el alternador sufran daños.
- Es recomendable secar con un trapo o con una pistola de aire las zonas donde haya cables mojados. El resto de la carrocería se irá secando a medida que circules con el coche.
Si tu estancia en la playa ha sido de varios meses, además de realizar un buen lavado al vehículo es aconsejable cambiar los filtros del aire y del habitáculo antes de lo habitual ya que seguramente se habrá acumulado una buena cantidad de arena y otro tipo de suciedad. No obstante, más allá de estos consejos, si has hecho un viaje largo y quieres quedarte tranquilo, puedes hacer la revisión de todos los elementos del coche en cualquier taller de la red Eurekar, con la garantía del RACE.
Si tienes que revisar el coche después de haber estado en la playa
acude a uno de los talleres de la red Eurekar
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