Coche eléctrico sin carnet

2023 es el año en el que muchas de las grandes urbes (aquellas con más de 50.000 habitantes) verán cómo se empiezan a implantar Zonas de Bajas Emisiones, en lo que es un esfuerzo creciente por avanzar en la movilidad sostenible de las ciudades. Pero ninguna de las nuevas restricciones afectará a los vehículos eléctricos, que podrán seguir circulando por cualquiera de sus calles.

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En 2022 se matricularon, según datos de Anesdor (la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas) un total de 900 microcoches eléctricos, un 36,8 % más que el año anterior. Y aunque, al tratarse de una solución de movilidad relativamente reciente, no existen suficientes datos para hacer muchas previsiones, se estima que la aparición de nuevos operadores y modelos propiciarán un crecimiento significativo de las ventas a medio plazo.

Coches eléctricos sin carnet: requisitos y características

¿Cómo, en cualquier caso, es posible conducir un coche sin carnet? La afirmación, aunque cierta, tiene truco, porque para poder manejar estos vehículos deberás tener un permiso de circulación AM (el de los ciclomotores), para el que será necesario tener al menos 15 años, superar un examen teórico, otro práctico y unas pruebas psicotécnicas. Ninguno puede superar los 45 km/h, su potencia está limitada a 6 kW (8 CV) y su peso está por debajo de los 350 kilos (sin las baterías). Deben estar matriculados, contar con un seguro de responsabilidad civil y tener la ITV al día.

Por sus características, se trata de vehículos pensados para la movilidad urbana o para zonas rurales, en carreteras convencionales donde estén autorizados para circular (y siempre por el arcén). Pueden transportar a dos pasajeros y su limitación de velocidad no es un inconveniente en entornos urbanos donde, de todas maneras, no podrían ir más rápido. Por eso mismo, no pueden acceder a autovías ni autopistas, ya que en estas vías la velocidad mínima es, por lo general, de 60 km/h.

¿Qué ventajas ofrecen?

Para recorridos cortos que no requieran grandes prestaciones, estos vehículos satisfacen prácticamente las mismas necesidades de movilidad que un coche convencional, pero mantienen las ventajas de los vehículos de su categoría (L, por ligera): “Desde el punto de vista de la movilidad, ocupan poco espacio y se aparcan fácilmente; medioambientalmente, pesan menos y, por lo tanto, tienen emisiones más bajas (cero, en el caso de los eléctricos) y una menor huella de carbono; y su precio y consumo son menores que los de un coche normal”, afirma José María Riaño, secretario general de Anesdor.

Además de los microcoches eléctricos (o cuadriciclos ligeros) ya mencionados, de categoría L6e, existe también otra categoría, la de los cuadriciclos pesados(L7e), que sí requieren estar en posesión del carnet de conducir B (o del B1, para mayores de 16 años, una vez que se apruebe, previsiblemente en 2024). Se trata de vehículos con un peso inferior a 400 kilogramos (también sin las baterías), una velocidad máxima de 90 km/h y una potencia igual o inferior a 15 kW.

Fíjate en la autonomía y el tipo de carga

La autonomía, por supuesto, varía en función de la marca y el modelo, aunque puede situarse entre los 75 y los 150 kilómetros, aproximadamente (lo que, teniendo en cuenta su uso urbano, debería ser más que suficiente). Mención aparte merecen los cargadores, ya que no existe un conector universal: mientras algunos modelos llevan el de tipo 2 (como los coches), otros llevan el conector Schuko (como el enchufe doméstico), una diferencia que puede acarrear inconvenientes.

“En los puntos de recarga que se están instalando, se están olvidando de los vehículos de categoría L, ya que a veces no son interoperables, es decir, carecen del conector Schuko”, advierte Riaño. “No obstante, algunos de estos cuadriciclos van equipados con baterías eléctricas extraíbles que pueden cargarse en casa o en la oficina”, añade.

¿Qué modelos eléctricos son los más destacados?

Si de modelos se trata, el Citroën Ami va camino de dominar 2023 de la misma manera que terminó el año anterior: en lo alto del ranking, según los datos proporcionados por Anesdor. El modelo de la marca francesa tiene una autonomía aproximada de 75 km (en una sola carga), una potencia de 6 kW y un precio asequible, 7.600 euros.

Sobre la misma base estética del Ami, pronto podrás encontrar otras dos posibilidades: el Opel Rocks (con baterías extraíbles que pueden cargarse en enchufes domésticos y un precio de salida de 8.000 euros) y el Fiat Topolino (cuyo precio se situará, previsiblemente, entre los 8.000 y los 9.000 euros).

En cualquier caso, si estás pensando en adquirir uno de estos vehículos, tómate tu tiempo y compara los distintos modelos que te ofrece el mercado. Así, por ejemplo, otra opción interesante por debajo de los 10.000 euros puede ser el Sukoy L6E, un modelo chino con una potencia de 4 kW y una autonomía de 100 kilómetros a partir de 8.490 euros. La batería tarda en cargarse por completo entre seis y ocho horas en un enchufe doméstico estándar.

El Renault Twizy, por su parte, viene equipado con un motor eléctrico de 4 kW y una batería, como los modelos anteriores, de iones de litio. Una sola carga puede ser suficiente para recorrer 100 kilómetros y su precio base es de 12.100 euros. El Eli Zero es un modelo estadounidense (aunque de fabricación china), motor de 4 kW, autonomía entre 81 y 114 kilómetros (según la versión) y un precio base de 13.000 euros.

Los modelos citados son solo un ejemplo de los existentes, también existen otros modelos, como pueden ser el Aixam City Pack, el Invicta Eidola, Tazzari Junior, Eli Zero o Green Tour 4, entre otros.

Si te compras un coche eléctrico y te quedas sin batería, te llevamos a un punto de recarga.
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