coche conectado V2I

¿Te imaginas un coche hablando con los semáforos? ¿O una carretera que le dice al coche que hay hielo en la calzada? La comunicación entre coche e infraestructura pronto será una realidad. También conocida como comunicación V2I (Vehicle To Infraestructure), será clave en el desarrollo del coche totalmente autónomo porque permitirá conocer de forma exacta el estado e incidencia del tráfico y la ubicación y situación de los vehículos que circulan por las vías. Toda la información para una circulación segura será actualizada al instante.

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Estados Unidos, Europa y Japón ya investigan en esta tecnología en colaboración con diversos fabricantes de automóviles por las grandes ventajas que puede aportar a la seguridad en la circulación. Los coches no sólo se comunicarán entre sí (comunicación V2V o Vehicle To Vehicle) para avisar a sus respectivos conductores sobre imprevistos, accidentes, atascos… o incluso de la presencia de obras, niebla, hielo o desperfectos en las carreteras. También los vehículos y la propia infraestructura serán capaces de hablar entre ellos para reducir posibles riesgos.

¿Qué información podrá aportar la infraestructura a los coches?

Infraestructura a los coches

  1. Avisará al vehículo que el semáforo se va a poner en verde para evitar que frene más de la cuenta
  2. O indicará que un semáforo se va a poner en rojo para que el coche no siga acelerando
  3. Podrá avisarle de un atasco inminente
  4. También podrá advertirle de que acaba de entrar en una calle o carretera en sentido contrario

Una de sus aplicaciones más importantes la encontraremos en cruces e intersecciones, que es donde más accidentes se producen.

Pruebas de intersecciones
En Japón ya están haciendo pruebas en intersecciones, con la participación de Toyota. Concretamente, están aplicando la tecnología V2I para que los vehículos que se aproximen a una intersección sean avisados mediante una señal sonora de la presencia del otro de manera que extremen la precaución. Se evitan así distracciones del conductor o situaciones de peligro por baja visibilidad.
Comunicación entre vehículo y semáforo
Audi también ha instalado en Las Vegas (Estados Unidos) la primera red de comunicación entre vehículos y semáforos con la ayuda de los departamentos de tráfico. Se trata del sistema Traffic Light System, un protocolo que incluye toda la red de semáforos de la ciudad y se proyectan en el cuadro de instrumentos de algunos modelos de la marca para que el conductor pueda gestionar el tiempo en ese tramo. Por ejemplo, permite al conductor saber el tiempo que queda para que un semáforo cambie a verde o rojo e incluso le da información sobre la velocidad a la que debe circular para evitar semáforos en rojo y, por tanto, lograr una conducción más fluida y una mayor eficiencia en el gasto de combustible.
El fabricante de coches alemán ya trabaja para implantar este protocolo de comunicación entre vehículos e infraestructura en las ciudades europeas de Berlín y Verona. Una buena noticia es que los fabricantes automovilísticos europeos ya han llegado a un acuerdo para estandarizar una única tecnología V2I con el programa AdapIVe y que será clave para la implantación de la conducción autónoma.
Sistema Inteligente de Transportes
Para que estas aplicaciones sean una realidad, los distintos países trabajan para poner en marcha Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), que a su vez servirán para pagar de forma automática al pasar por un peaje o conocer las plazas libres cuando pasamos al lado de un aparcamiento. En Estados Unidos estiman que el uso de estas comunicaciones entre vehículos y entre infraestructura y vehículo permitiría reducir el número de accidentes entre un 50 y 70%, lo que equivaldría a unas 600.000 colisiones al año.

¿Cómo funciona la tecnología coche conectado a las infraestructura?

Tecnología de coches conectados

  1. Para que esta tecnología de comunicación V2I funcione es necesario que los vehículos lleven un módulo GPS que precise su localización exacta
  2. La comunicación es inalámbrica y universal, por lo que no necesita de ninguna cuota ni operador de telefonía. Con este módulo GPS se crea una red ad-hoc y un software informático se encarga de gestionar toda la información recibida y enviada
  3. Se complementa bien con comunicaciones vía satélite o a través de postes situados a lo largo de las carreteras
  4. Entre los datos procesados se incluye también el funcionamiento de los dispositivos electrónicos del vehículo, por ejemplo, del ABS, ESP, luces de emergencia…
  5. El software los interpreta y envía el aviso a los vehículos que circulan en un radio de unos 400 metros

En la actualidad se está probando esta tecnología en algunos entornos reales pero controlados con el objetivo de conseguir una fiabilidad 100% antes de ponerlos en marcha de manera generalizada. Las empresas encargadas de su desarrollo deben asegurarse de que funcionan en todas las situaciones posibles, con tráfico intenso y a prueba de hackers, mensajes malintencionados o errores informáticos. El coche del futuro estará totalmente conectado.

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