
La conducción eficiente es un estilo de conducción que tiene como objetivo ahorrar combustible, reducir las emisiones contaminantes y mejorar la seguridad durante la marcha a través de diferentes técnicas que es recomendable aplicar diariamente.
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Los beneficios de la conducción eficiente
Si practicas una conducción eficiente vas a lograr varios beneficios:
- Menos consumo de gasolina: si conduces tranquilamente, sin acelerones ni frenazos y, con una velocidad constante, la Dirección General de Tráfico (DGT) asegura que se puede reducir el consumo de combustible hasta un 15 %.
- Reducción de emisiones: en una conducción eficiente no utilizas tanto el acelerador y, por tanto, no se está quemando tanto combustible en la cámara de combustión. Esto no solo disminuye el consumo de gasolina, sino que también disminuye las emisiones generadas a la atmósfera.
- Menor desgaste de las piezas del vehículo: si realizas una conducción eficiente significa que hay menos cambios bruscos de velocidad, lo que repercute directamente en el deterioro de los neumáticos, los frenos, la caja de cambios, el embrague o el motor, entre otros.
- Más comodidad durante la marcha: tanto tú, como conductor, como los demás pasajeros, van a agradecer la práctica de una conducción eficiente porque van a sufrir menos vaivenes en el interior del habitáculo.
- Más seguridad: la clave de la conducción eficiente es la anticipación, es decir, la conducción preventiva. Observar tu entorno y adaptar tu velocidad a las circunstancias que te rodean te va a permitir reducir el riesgo de sufrir un accidente.
Las técnicas de conducción eficiente
Si quieres disfrutar de los beneficios de la conducción eficiente, aplica las siguientes técnicas a tu conducción diaria:
- La inercia, tu gran amiga: en una conducción eficiente debes aprovechar la inercia que lleva el vehículo, tanto para frenar como para circular. Por ejemplo, si se ha puesto un semáforo en rojo, deja de acelerar. De igual forma, en una pendiente utiliza la inercia del coche controlando su descenso con una marcha más corta en lugar de accionar el pedal del freno.
- Mantén una distancia de seguridad adecuada y modera tu velocidad. A mayor velocidad, más consumo de combustible.
- Arranca sin pisar el acelerador: los coches en la actualidad tienen una gestión electrónica que regula la alimentación del motor, tanto cuando está frío al arrancar como cuando ya lleva un tiempo en funcionamiento.
- Cambia la primera marcha cuanto antes: está diseñada para arrancar con fuerza sin que el vehículo adquiera mucha velocidad, de ahí que sea aconsejable engranar la segunda marcha a los 2 segundos o tras rodar 6 metros, tal como recomienda el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
- Mejor circula con marchas largas, si el tráfico lo permite. En coches con motor de gasolina cambia a las 1.500-2.500 revoluciones por minuto, mientras que los diésel deben cambiar entre las 1.300 y 2.000 rpm. Hazlo siempre que no haya riesgos: recuerda que tu vehículo debe ser capaz de responder y entregar la potencia adecuada si surge algún contratiempo.
Consejos sobre la conducción eficiente
Además de las técnicas, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Planifica tu ruta y comprueba el estado del tráfico antes de salir de casa: si hay un atasco o una zona de obras, puedes buscar un itinerario que te permita realizar una conducción más eficiente y así evitar retenciones. Te recomendamos que utilices este mapa del RACE para consultar radares, zona de bajas emisiones, puntos negros y otras tantas situaciones que puedes encontrar durante tu trayecto.
- Mejor el aire acondicionado que las ventanillas bajadas: sobre todo si circulas a alta velocidad, tu vehículo va a tener que luchar contra la resistencia del viento y si llevas las ventanillas bajadas va a consumir todavía más; por eso, es más recomendable utilizar el aire acondicionado. Si circulas a baja velocidad sí que puedes utilizar las ventanillas.
- Revisa la presión de los neumáticos frecuentemente (al menos una vez al mes) o cuando salgas de viaje. Si los neumáticos tienen menos aire del que recomienda el fabricante el roce con el suelo va a ser mayor, lo que va a provocar un mayor consumo de carburante.
- Mantén tu vehículo en buen estado: filtros limpios, aceite al nivel… Si no llevas las revisiones al día tu vehículo puede estar consumiendo más de lo que debe y sus piezas pueden sufrir un desgaste mayor.
- No utilices tu vehículo de armario: lleva lo imprescindible en el maletero y no lo cargues con bultos que no vas a utilizar. Si un coche pesa menos, su manejo mejora, frena antes y el consumo de combustible es menor.
- Quita la baca si no la vas a utilizar: un coche está diseñado con cierta aerodinámica y llevar una baca si no se utiliza puede incrementar el consumo en hasta un 40 %.
- Si vas a detenerte durante más de 60 segundos, apaga el motor para evitar un consumo innecesario.
La conducción eficiente no solo te ayuda a ahorrar combustible, también es una forma de cuidar el medio ambiente y mejorar la seguridad en la carretera. Aplicar estas técnicas y consejos en tu día a día hará que tus viajes sean más cómodos, seguros, económicos y sostenibles.
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