
Un seguro a todo riesgo es la modalidad con mayor número de coberturas que hay en España. Cubre tanto la responsabilidad civil obligatoria como los daños propios que pueda sufrir tu vehículo, incluso aunque tú hayas causado el accidente. Ciertas personas piensan que un seguro a todo riesgo cubre cualquier daño, pero hay excepciones importantes que conviene conocer.
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¿Qué cubre exactamente un seguro a todo riesgo?
En un seguro a todo riesgo de coche se contemplan un gran número de situaciones en los que tu compañía va a cubrir los daños, teniendo en cuenta que esta modalidad es la más cara de todos los seguros de coche existentes, lo que se traduce en una prima más alta que si contratas un seguro a terceros básico o ampliado.
Las coberturas que normalmente incluye un seguro a todo riesgo son:
- Daños propios: la aseguradora admite sufragar los gastos y cubrir la reparación en caso de accidente, vuelco o golpe aunque tú seas el causante.
- Actos vandálicos: aquí se incluyen tanto golpes como rayaduras y arañazos provocados de forma intencionada. Si los arañazos se producen por desgaste normal de las piezas del vehículo, esta opción no está contemplada en la cobertura de un seguro a todo riesgo.
- Rotura de lunas: está cubierta tanto la luneta trasera, las ventanillas y el parabrisas.
- Robo total o parcial: los ladrones pueden robar alguna pieza del coche o el vehículo entero. En cualquiera de los casos, con el seguro a todo riesgo estás cubierto.
- Incendio: la cobertura incluye tanto si el coche se quema total o parcialmente, ya sea por accidente o fallo eléctrico.
- Atropello de animales: suele estar incluido en los seguros a todo riesgo. Sin embargo, como siempre advertimos en el RACE, asegúrate bien que aparece en el contrato que firmas.
- Fenómenos atmosféricos: hay ciertos daños provocados por la naturaleza que tu compañía sí va a cubrir como los daños por granizo, inundaciones, viento fuerte o caída de ramas. Sin embargo, no cubre todos los fenómenos naturales. Más adelante te explicamos qué no se incluye en esta cobertura.
- Daños por roedores o fauna: el seguro a todo riesgo también cubre el daño provocado por roedores, por ejemplo, si cortan un cable del motor.
- Defensa jurídica y asistencia en carretera desde el kilómetro 0.
Ten en cuenta que un seguro a todo riesgo no cubre a cualquier conductor, sólo al tomador y a los conductores declarados en la póliza. Si una persona no autorizada tiene un accidente, la compañía aplicará una franquicia adicional o incluso podrá decidir no cubrir los gastos.
¿Qué es lo que no cubre un seguro a todo riesgo?
Aunque las coberturas de un seguro a todo riesgo son bastante completas, no cubren todas las situaciones, lo que significa que será el propio asegurado el que tendrá que correr con los gastos:
- Las averías mecánicas a no ser que sean consecuencia directa de un accidente. No obstante, con RACE Unlimited tienes una garantía mecánica con la que el Club cubre el pago de ciertas reparaciones a sus Socios, pudiéndose ahorrar así algunos gastos.
- El desgaste y el mantenimiento: el embrague, los frenos, los neumáticos o las baterías son algunos elementos que hay que cambiar por el uso cada cierto tiempo y esto no entra dentro de las coberturas de un seguro a todo riesgo.
- Si conduces bajo los efectos del alcohol y las drogas, la compañía no se hará cargo de los daños que hayas podido provocar.
- Si realizas una conducción negligente o utilizas el coche de forma inadecuada tampoco estarás cubierto, por ejemplo, si corres en un circuito con tu vehículo.
- Si no comunicas un siniestro en el plazo establecido en el contrato tampoco estarás cubierto.
Además de estas circunstancias, también hay ciertas coberturas que no incluye el seguro a todo riesgo, aunque sí que tendrá que hacerse cargo el Consorcio de Compensación de seguros:
- Fenómenos naturales extraordinarios: inundaciones por lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tornados o vientos superiores a 120 km/h.
- Actos de terrorismo, rebelión, sedición, motín o tumulto popular.
- Hechos calificados como extraordinarios por el Estado.
- Hechos o actuaciones de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en tiempo de paz.
¿Qué modalidades tiene un seguro a todo riesgo?
Existen dos modalidades: el seguro de coche a todo riesgo con franquicia o sin franquicia. La diferencia entre ambos es que en el primero el asegurado asume parte del coste de la reparación, lo que se conoce como franquicia. Se llega un acuerdo con la aseguradora para pagar una cantidad inicial, mientras que el resto lo cubre la compañía.
Ejemplo: si tienes una franquicia de 300 €, y el golpe cuesta 1.000 €, tú pagas 300 € y la aseguradora 700 €. Esto ofrece la ventaja de que la prima es más baja aunque, a cambio, tendrás que pagar cierta cantidad si tienes daños propios.
En las dos modalidades el seguro a todo riesgo incluye las mismas coberturas, aunque si optas por un seguro a todo riesgo con franquicia la rotura de lunas suele estar contemplada sin tener que aplicar la franquicia.
Si no sabes qué modalidad te conviene más, puedes comparar pólizas y precios de forma gratuita en el comparador de seguros de coche del RACE.
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