normativa sobre badenes

Badenes, guardias tumbados, resaltos… Su misión es actuar como reductores de velocidad en tramos y puntos especiales donde hay mayor riesgo de atropello o de accidente. ¿Qué tipos de badenes reductores de velocidad hay? ¿Deben cumplir una normativa específica de diseño? ¿Quién los encarga?

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Para lograr que estos reductores de velocidad cumplan su cometido sin riesgos añadidos y sin afectar con posibles daños tanto al vehículo como a los ocupantes, el Ministerio de Fomento aprobó una normativa en 2008 (orden FOM/3053/2008) para regularlos y homogeneizar así estos elementos por toda España.

A pesar de existir unos criterios comunes, conductores y asociaciones de automovilistas, en general, vienen denunciando desde hace tiempo la existencia de badenes ilegales que no se ajustan a la ley. ¿Qué dice la normativa sobre los reductores de velocidad?

Objetivo de los badenes reductores de velocidad

La orden ministerial define estos reductores de velocidad como dispositivos colocados sobre la superficie de rodadura cuyo objetivo es mantener una velocidad reducida de circulación a lo largo de ciertos tramos de la vía. ¿Qué consiguen? Crear una aceleración vertical en los vehículos al atravesarlos que provoca incomodidad tanto en el conductor como en los ocupantes al sobrepasarlos a una velocidad superior a la permitida.

Tipos de badenes

La orden del Ministerio de Fomento habla de dos tipos de reductores de velocidad:

El paso peatonal sobreelevado, también denominado de sección transversal trapezoidal. La normativa establece que deben tener una zona sobreelevada central de 10 centímetros de altura y cuatro metros de longitud con dos rampas. Estás rampas no superarán el metro de longitud si el badén está situado en una zona limitada a 30 km/h, 1,5 metros para una limitación de 40 km/h y 2,5 metros para las zonas de 50 km/h. Otro requisito es que el borde la rampa, es decir la distancia entre el asfalto y el principio de la rampa, no supere los 5 milímetros, importante para evitar daños materiales en los vehículos.

El lomo de asno o el badén de sección transversal circular es el segundo tipo al que hace referencia la normativa del Ministerio de Fomento. Se diferencian del otro en que están confeccionados en material plástico resistente y que no se utilizan nunca como paso de peatones. La zona sobreelevada es de 6 centímetros con respecto al asfalto y 4 metros de largo. Al igual que ocurre en el paso peatonal sobreelevado, el borde de entrada debe ser inferior a 5 milímetros.

Según la ley, si la normativa sobre badenes no se ajusta a estos puntos, se considerarán obstáculos en la calzada y podrán ser denunciados.

¿Dónde se pueden situar badenes?

La normativa establece que solo se podrán instalar en zonas donde se avise de la obligación de reducir la velocidad a través de señalización vertical. Estos badenes tendrán una misión de apoyo para conseguir que el conductor cumpla los límites de velocidad establecidos en dicho tramo. Además, deberán respetar una distancia entre uno y otro de mínimo 50 metros y máximo 200, aunque se especifica que se tratará de evitar que esta supere los 150 metros.

Materiales de calidad para garantizar la seguridad de los badenes

Como elementos de la vía también es importante que cumplan unos requisitos en cuanto a calidad en los materiales utilizados para su construcción. Estos deberán garantizar estabilidad, unión a la calzada, durabilidad y que no se deformen: hormigón de calidad para el caso de los pasos de peatones sobreelevados y caucho o material plástico duradero en el caso de los ‘lomos de asno’. Estos, además, deberán estar sujetos al asfalto mediante tornillos o adhesivos químicos que garanticen su total fijación.

La normativa también hace referencia a la pintura que se utilizará para pintar las bandas blancas de 40 centímetros de ancho de los pasos sobreelevados. Ésta deberá garantizar la durabilidad y el coeficiente de rozamiento exigido en la normativa de carreteras para asegurar una buena adherencia, sobre todo al paso de motoristas y ciclistas, los más propensos a caídas.

Cada vez más ayuntamientos y administraciones apuestan por los badenes como elemento para mejorar la seguridad en tramos donde las velocidades requeridas estén comprendidas entre 30 y 50 km/h. Estos elementos inundan muchas calles de las ciudades españolas y es importante que cumplan la normativa para garantizar su efectividad y la seguridad de todos los usuarios de las vías. En este enlace encontrarás unos consejos sobre cómo circular por badenes.

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