Vuelta normalidad COVID19

El día en el que nuestra provincia alcance la Fase 1 post confinamiento será ese día donde todos podamos ir recuperando nuestras rutinas de forma progresiva, pero tendremos que ser conscientes de que, debido al impacto que estamos sufriendo, muchas de esas rutinas pueden llegar a ser diferentes respecto a la forma en la que las recordamos. Y, entre ellas, vamos a centrarnos en lo que supone la recuperación de la movilidad.

Cuando podamos volver a circular en nuestro vehículo habitual, se plantean una serie de retos que tendremos que afrontar de la mejor manera posible. Han sido unos días de parón obligado para muchos, y ahora toca actuar con cierta prudencia para manejar el estrés que pueda producir esta situación.

Hay algunas tareas, como conducir, que en un principio cuando estamos aprendiéndolas, requieren toda nuestra atención. Al comienzo de nuestra vida como conductores, estamos muy pendientes de accionar los mandos, de mirar a los espejos, o de los otros vehículos. Pero, con la práctica, muchas de estas tareas se van automatizando y entonces somos capaces de tomar decisiones relacionadas con el tráfico más rápidamente.

Para conducir con seguridad es fundamental mantener un alto grado de atención, pero nuestro sistema de procesamiento de la información necesaria para conducir se encuentra desentrenado debido al confinamiento. Cuando nos volvamos a poner al volante vamos a notar una limitación de esta capacidad para procesar esta información necesaria para una conducción segura, por lo que debemos circular más despacio y con más precaución para disponer de más tiempo para que nuestro cerebro, desentrenado, sea capaz de procesar la información del tráfico.

Debemos ser conscientes de que la inseguridad por haber pasado mucho tiempo sin conducir puede llegar a convertirse en un auténtico miedo a ponerse al volante, lo que se conoce como amaxofobia, especialmente en aquellas personas que han sufrido anteriormente alguna situación que ha puesto en riesgo su seguridad en el tráfico.

El tratamiento para superar este posible miedo a volver a conducir busca como objetivo que el conductor se vaya enfrentando progresivamente a las situaciones del tráfico que le pueden ocasionar problemas.

Desde el Instituto Movilidad Sostenible IMS y el RACE, te ofrecemos algunas recomendaciones que te ayudarán en ese momento en el que recuperamos la movilidad como conductores.

Recomendaciones

  • Antes de comenzar a conducir, cinco breves ejercicios que nos ayudarán a adaptarnos mejor a las demandas y necesidades que nos proponga el recorrido, realizando una conducción más consciente:
    • Antes de empezar, lo primero es focalizar toda tu atención en ti. Para eso utiliza el minuto-stop. Para, deja todo lo que tengas entre manos y simplemente observa sin juicio todo lo que esté pasando por tu cabeza y todo lo que estés sintiendo.
    • A continuación, pon tu atención en el flujo de tu respiración, y estate tranquilo.
    • Aprovecha este momento para hacer un breve recorrido mental sobre el trayecto que vas a recorrer y planifica el trayecto.
    • Siente las emociones que puedan aparecer en el momento de iniciar tu trayecto, permitiendo que aparezcan todo tipo de sensaciones corporales y emociones, incluso las negativas, como el estrés.
    • Mantén tu atención en la respiración y amplia tu foco de atención al propio hecho de estar conduciendo, sintiendo la propia acción de conducir y saborea en todo su esplendor su ejecución.
  • Dedica unos minutos a familiarizarte con los mandos y practica en parado algunos de los movimientos más comunes: frenar, embragar y meter marcha, giro de volante, retrovisores, intermitentes, …
  • Circula a velocidad moderada, con mucha anticipación y sé consciente de que volver a conducir conlleva un proceso de adaptación, por lo que mantener la calma es clave para una conducción segura.
  • Si es necesario, comienza la conducción con una ruta de prácticas por una zona conocida y de una duración limitada de 10 a 15 minutos.
  • Evita en un principio las situaciones de tráfico complicadas, como puede ser la conducción nocturna, con mucho tráfico, rutas desconocidas, etc.
  • Especial cuidado las personas de edad avanzada, que con el paso de los años pueden ver mermadas sus facultades psicofísicas para conducir. Ten en cuenta que necesitarán un proceso de adaptación mayor.
  • Sopesa si es necesario recibir ayuda con alguna clase de conducción que nos sirva de reciclaje para volver a acostumbrarnos a los automatismos que necesitamos interiorizar para conducir con seguridad.

Más información:
RACE. Departamento de Comunicación
comunicacion@race.es

Instituto Movilidad Sostenible IMS

Compartir:
Compartir:
Más sobre Actualidad y eventos