Fuga en el depósito de gasolina

Todos los coches de combustión necesitan un depósito de gasolina para almacenar el combustible. Gracias a él, pueden alcanzar autonomías cercanas o incluso superiores a los 1.000 kilómetros. El problema llega cuando el depósito de gasolina tiene una fuga.

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Juan Carlos Duque Portillo, asesor técnico del RACE, explica que no es normal que haya una fuga del depósito de combustible, aunque puede ocurrir. Está diseñado para que aguante el paso del tiempo y los kilómetros. El depósito de combustible está formado por dos partes:

  1. Por un lado, está la boca de llenado, por donde introduces la gasolina. Ese combustible va a llegar al depósito a través de un manguito. La boca puede estar a la derecha o a la izquierda del vehículo, dependiendo de la marca del coche. Para saber dónde está ubicada, si no te acuerdas, en el panel de instrumentos a veces aparece un icono de un surtidor de gasolina con una flecha. Ese icono informa del lado donde está la tapa del depósito de gasolina.
  2. Por otro lado, hay un aforador. Es una pieza, parecida a una boya, que mide la cantidad de gasolina que queda en el depósito de combustible. Dentro de este aforador está la bomba de baja, que bombea el combustible desde el depósito de combustible hasta la bomba de alta presión, donde también está el filtro de combustible. Esta bomba, finalmente, inyecta el combustible en la rampa de inyección para que luego los inyectores puedan insertar en la cámara de combustión el combustible necesario para realizar la mezcla y que se genere la explosión dentro del motor.

¿Por qué razones puede aparecer una fuga en el depósito de gasolina?

Pueden existir varias razones por las que un coche de gasolina puede tener una fuga en el depósito de gasolina:

  • Alguna junta o algún manguito está en mal estado porque se ha rajado o agrietado con el paso del tiempo.
  • Si se le da un golpe fuerte al coche en la zona donde está colocado el depósito puede haber riesgo de fuga de combustible.
  • El depósito de gasolina está en los bajos del vehículo. Si no está bien protegido con un antigravilla le puede afectar la sal de las carreteras y otro tipo de materiales que haya por el suelo. Esto puede provocar que el depósito de gasolina pueda pudrirse hasta el punto de oxidarse y generar algún pequeño agujero por donde puede aparecer la fuga de combustible. Precisamente, como el depósito de gasolina suele apreciarse a simple vista en los bajos del coche, hay que tener cuidado si se trabaja en esa zona con un soplete ya que el calor puede afectar al tanque e incluso se puede llegar a producir un incendio.
  • Si huele a gasolina dentro del habitáculo, generalmente se debe a que el aforador tiene un tapón que va a rosca con una junta que se ha dañado (es un sistema parecido al depósito de aceite). Esto va a provocar que el combustible rezume por esa junta, de ahí que se perciba mayor olor a gasolina dentro del coche, sobre todo debajo de los asientos traseros, el lugar donde se ubica el depósito.
  • Un depósito de gasolina es estanco. Por eso, debido a que la gasolina genera una serie de gases, deben evacuarse por algún lado de forma controlada. Si no, la propia presión podría provocar que reventase el depósito. Para eso existe la válvula cánister, que sólo tienen los coches de gasolina, y cuya función es filtrar los gases y expulsarlos al exterior. Esta válvula se puede inundar, momento en que puede empezar a producirse una fuga de combustible.

¿Qué problemas puede haber si el depósito de gasolina tiene una fuga?

  • El más importante es que te quedes tirado en mitad de la carretera porque te has quedado sin combustible. Esta práctica, además de ser insegura, puede derivar en una multa.
  • La falta de combustible puede generar daños en la bomba: además de que no va a bombear la gasolina suficiente al motor, lo que va a provocar es que el coche dé tirones, tenga falta de potencia y que el consumo de gasolina sea mayor. La bomba va a estar forzada si no hay combustible suficiente lo que va a derivar en que esta pieza se caliente en exceso ya que utiliza la gasolina para refrigerarse.
  • Si hay poco combustible, la bomba va a dejar pasar la gasolina que queda en el fondo del depósito, que suele acumular residuos que pueden dañar los inyectores. Por eso, lo recomendable es volver a echar gasolina cuando quede un cuarto del depósito, no esperes a que se encienda la luz de reserva.
  • Si hay una fuga de gasolina, ésta se evapora bastante rápido, aunque puede ocurrir un incendio si se genera una chispa.

¿Cómo solucionar las fugas del depósito de gasolina?

  • Si el problema está en las juntas o en los manguitos (es más raro que ocurra aquí), hay que sustituirlos. Depende de su ubicación, la mano de obra será más o menos costosa. La reparación oscila en unos 50 euros.
  • Si el depósito está muy dañado, lo mejor es cambiarlo por otro nuevo. Dependiendo del modelo, puede oscilar entre 150 euros y 300 euros. También existe la opción de buscar la pieza en un desguace, que suele ser una solución más barata.
  • Si el depósito no está muy dañado, se puede añadir una masilla denominada Quik steel. A los pocos segundos de aplicarla se pone dura y no permite que haya fugas del depósito. Esto sirve como reparación temporal por lo que, a largo plazo, tendrás que cambiar el depósito de combustible en un taller, como los de la red Eurekar.

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