Conducir con niebla

La naturaleza nos deja imágenes sorprendentes que, a veces, pueden suponer una complicación a la hora de conducir. La nieve, el viento o la lluvia nos obligan a cambiar nuestra conducción cotidiana y adaptarnos a las circunstancias climáticas.

La niebla, una acumulación de gotas de agua suspendidas en el aire que no permite ver más allá de unas decenas o cientos de metros, dependiendo de su densidad, es otro de los fenómenos atmosféricos que tenemos que tener en cuenta cuando vamos al volante. Tal como advierte el RACE, uno de los mayores peligros es que aparece de repente. Pasamos de tener una buena visibilidad a no ver prácticamente nada, con el consecuente peligro a la hora de localizar a los demás coches. Por eso, es fundamental llevar los faros antiniebla y saber cuándo utilizarlos.

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¿Qué dice la normativa sobre los faros antiniebla?

En el artículo 106 del Reglamento General de Circulación (RGC) vienen especificados todos los detalles sobre las normas que hay que cumplir cuando circulamos con niebla.

En un coche nos podemos encontrar faros antiniebla tanto en la parte delantera como en la trasera. Mientras que los faros antiniebla delanteros no son obligatorios, la luz trasera antiniebla sí lo es (no para las motocicletas).

Nuestro vehículo puede tener una o dos luces traseras de este tipo. Si sólo tiene una, tendrá que llevarla en el lateral izquierdo por norma y solo “deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables: niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo”.

La luz antiniebla delantera se puede utilizar aislada o simultáneamente con la de corto alcance o, incluso, con la de largo alcance, pero sólo en tramos de vías estrechas con muchas curvas (las que tienen una calzada de 6,50 metros de anchura o inferior) que estén señalizadas con señales que indiquen una sucesión de curvas próximas entre sí.

Mientras que los faros antiniebla delanteros no son obligatorios, la luz trasera antiniebla sí lo es (no para las motocicletas).

Si utilizas mal la luz antiniebla trasera te pueden poner una multa

La intensidad lumínica de los faros antiniebla es mayor que las de posición, cruce o carretera, de ahí que estén especialmente diseñados para este clima. Sólo debemos encenderlos en casos muy específicos ya que, si no, pueden deslumbrar a los demás conductores de la vía. De hecho, llevar las luces antiniebla cuando no toca o no llevarlas es una falta grave que puede suponer una sanción de hasta 200 euros.

Cómo debes conducir cuando te encuentras con la niebla

Debido a que la niebla nos va a dificultar la visibilidad de lo que tenemos a nuestro alrededor, Ernesto Nava, director de la Escuela RACE de conducción, nos da una serie de pautas de cómo debes conducir en estas circunstancias:

  • Adecua la velocidad a la visibilidad: cuanto menos veas por delante, más despacio tendrás que ir.
  • No utilices como referencia las luces de otro coche si está muy cerca: si hay un accidente delante, no tendremos tiempo de reaccionar si vamos junto a otro vehículo. En este caso, y si eres socio del RACE, recuerda que puedes llamar al servicio de asistencia en carretera.
  • Guíate por las líneas blancas pintadas en la carretera.
  • No enciendas las luces largas: no hará que veas mejor en la niebla y puede deslumbrar a los demás conductores.
  • Aumenta la distancia de seguridad si es posible: la niebla moja el asfalto y hará que nuestro coche recorra más metros en una frenada de emergencia.
  • Si realizas un viaje largo, haz más paradas si la niebla persiste durante muchos kilómetros. Conducir con niebla puede suponer estar en tensión y nos fatigaremos antes.
  • Ten siempre a punto los limpiaparabrisas, te harán falta cuando pases por la niebla y se te vayan acumulando las gotas de agua en el cristal.
  • No hagas una conducción brusca: recuerda que los demás no te ven bien y les pueden sorprender tus movimientos.
  • Cuando la visibilidad sea prácticamente nula, y si no puedes parar, como medida muy excepcional puedes ayudarte del navegador hasta detenerte en un lugar seguro..
  • En vías de doble sentido evita los adelantamientos.
  • Lo mejor, por tu propia seguridad, es que abandones la carretera hasta que la niebla desaparezca.

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