Reciclar coche

Llega un momento en que, aunque te pese, tienes que decir adiós a tu compañero de aventuras. Te ha dado muchas satisfacciones durante miles de kilómetros, pero tiene una vida útil y cuando ésta llega toca hacer la baja definitiva del coche. Para ello, es necesario acudir a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) o un desguace que esté registrado en la Dirección General de Tráfico.

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Para obtener la baja definitiva, tienes que pasar por un proceso gratuito en el que debes presentar la documentación del vehículo (ficha técnica y permiso de circulación) además del DNI del propietario. Si eres Socio del RACE, te ayudamos en todos los trámites de la baja del coche. Una vez hechos todos los pasos, obtienes un certificado de destrucción y un justificante de la baja definitiva que debes conservar por si lo solicita alguna administración. Pero, ¿qué ocurre con el coche que dejas en el CAT?, ¿cómo funciona el reciclaje de vehículos? Te lo explicamos a continuación.

Así es el proceso de reciclaje de los coches en España

En España se registran anualmente cerca de 700.000 Vehículos Fuera de Uso (VFU), según las cifras que recoge la Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (SIGRAUTO). De ellos, se aprovecha hasta el 95% de todo su material gracias a que existe un proceso de reciclaje de vehículos.

Proceso reciclaje vehículos

Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

1) El reciclaje de los vehículos empieza en el CAT

Una vez que los coches y motos llegan al CAT se realiza un proceso de descontaminación en el que se extrae y se almacenan los fluidos y otros elementos que confieren al vehículo la condición de residuo peligroso (gasolina, aceite del motor, batería, aceite de la caja de cambios, líquido de frenos, anticongelante…).

Una vez que se descontaminan los vehículos de esos líquidos y los recogen empresas autorizadas para la gestión de residuos peligrosos, se pasa a la retirada de piezas que pueden reutilizarse (puertas, espejos, volante, asientos, etc.) en otros coches que necesitan recambios. Aquí es donde tienen su principal protagonismo los desguaces en los que se pueden buscar componentes de coches antiguos y por un precio menor al que supondría una pieza nueva. Estos deben tener distintas zonas que han cumplir con unas características técnicas reguladas en el Real Decreto 20/2017, de 20 de enero, sobre los vehículos al final de su vida útil.

Con el resto del vehículo que queda, que es sobre todo la carrocería, se compacta para facilitar el transporte hasta una fragmentadora.

Tras el trabajo de reciclaje de vehículos del CAT, le toca a la fragmentadora

En las instalaciones de fragmentación ese bloque compacto del coche se desfragmenta en trozos pequeños (parecido al tamaño de una mano) para su procesamiento y reciclaje. El material se tritura con un molino y posteriormente se separa, como mínimo, en los siguientes elementos:

  • Fracción férrica o fragmentada: los materiales férricos se separan del resto gracias a unos tambores magnéticos integrados durante la desfragmentación.
  • Fracción ligera de fragmentación: son los materiales no metálicos ligeros, también conocidos como metales sucios como el plomo o el zinc.
  • Fracción pesada de fragmentación: son los materiales no metálicos más pesados que pasan por la fragmentadora.

Una vez que se consiguen todos estos fragmentos, se envían a los recicladores correspondientes para que estos aprovechen el material a través de un proceso de fundición con el que se pueden construir otros elementos como lavadoras o bicicletas (materiales metálicos), botellas, ventanas y envases (vidrio), etc.

La tercera y última fase: la postfragmentación

Todo el material que no se ha podido aprovechar en la fragmentadora pasa a las instalaciones de postfragmentación. A través de procesos de segregación como corrientes de inducción, mesas densimétricas, cribados… se obtienen materiales no férricos como el aluminio o el cobre que se envían a plantas de siderurgia para su aprovechamiento. También se reciclan otros materiales no metálicos como la goma o la espuma que se reaprovechan como combustible.

El resto del material que no se puede reciclar pasa finalmente a los vertederos.

¿Se pueden reciclar las ruedas de coches?

En todo este proceso de reciclaje de vehículos se da una especial importancia al reciclaje de las ruedas de coche. En España, cerca de 300.000 toneladas de neumáticos usados se desechan cada año. Suponen un gran problema medioambiental si se abandonan en la naturaleza porque contaminan el suelo cuando se degradan.

Hace años se acumulaban en los vertederos y se quemaban para eliminarlos. Sin embargo, debido al impacto ecológico se decidió apostar por su reciclaje y en la actualidad son muchos sus usos gracias a que se aprovecha tanto el acero, como la fibra textil y el caucho que lo forman. Con todos ellos se realizan parques infantiles, se asfaltan carreteras, se crean canchas deportivas, se utilizan para fabricar los techos de las viviendas, las suelas de zapatos, el césped artificial… y así un sin fin de usos.

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