Qué es el abs y cómo funciona

El Sistema Antibloqueo de Frenos o ABS (Antilock Braking System) es un elemento de la seguridad activa del coche que lleva entre nosotros desde hace varias décadas. El primer coche que montó este sistema, patentado por Bosch, fue un Mercedes-Benz del año 1978.

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Tras años de pruebas y mejoras, mientras que al principio eran sólo los coches de lujo los que montaban el sistema ABS, fue en 2003 cuando se hizo obligatorio que todos los coches nuevos en Europa llevasen esta medida de seguridad.

¿Por qué son importantes los frenos ABS para tu seguridad?

Antonio Manzano, formador técnico del RACE, explica que:

El Sistema Antibloqueo de Frenos es un sistema que evita que las ruedas se bloqueen en una frenada de emergencia para así poder controlar el coche y evitar una pérdida de estabilidad y un posible accidente.

La función del ABS del coche es evitar que las ruedas pierdan tracción y acaben derrapando sin poder tener el mando de la dirección. Esto se consigue a través de varios componentes que forman parte de este sistema:

  • Sensores o captadores en las ruedas: están ubicados en cada una de las ruedas del coche y permiten reconocer la velocidad de giro de cada una. En una curva, no todas las ruedas giran a la misma velocidad (las del interior van más despacio que las exteriores). Estos sensores permiten conocer si las ruedas se aproximan al límite en el que empiezan a bloquearse.
  • Válvulas de control: permiten regular la presión del líquido de frenos en cada rueda a través de un pistón. Con ello, se consigue frenar más o menos la velocidad de giro del neumático.
  • Unidad de control: es el elemento del sistema que recoge la información de los sensores y decide cómo actuar sobre las válvulas en milisegundos para que las ruedas no se bloqueen.
  • Elementos del sistema convencional de frenos: líquido de frenos, tuberías, pinzas de freno, pastillas, frenos de disco y bomba de frenado. Si alguno de estos elementos no está en buenas condiciones, el sistema ABS no funcionará correctamente.

Si tu coche no tuviese ABS, ante una frenada contundente el vehículo sufriría una pérdida de agarre y no respondería al giro del volante; es decir, no podrías cambiar de trayectoria ante un obstáculo.

¿Cómo debes frenar cuando tu coche tiene frenos ABS?

El problema que hay con los coches antiguos sin ABS es que el conductor es el que tiene que saber gestionar la presión del freno. Cuando el bloqueo aparece, es la persona que está al volante la que tiene que decidir cuándo levantar el pie del freno y durante cuánto tiempo hasta volver a tener el control del vehículo.

En un coche sin frenos ABS, la forma de no bloquear las ruedas es pisar el freno y levantarlo repetidas veces de forma rápida y continuada. Sin embargo, es una técnica que no resulta sencilla (en nuestros cursos de conducción te enseñamos la diferencia entre frenar con y sin ABS).

En un coche con ABS es la propia unidad de control la que decide cuánta presión va a ejercer sobre el freno para que no se lleguen a bloquear las ruedas. El conductor lo único que tiene que hacer es pisar con contundencia el pedal de freno y el embrague a la vez, y el ABS se encarga del resto.

Si notas en el freno un claqueteo y cómo el pie sube y baja ligeramente, no te asustes ni dejes de presionar el pedal, es así como funciona correctamente el ABS.

Si hace falta, maniobra con el volante mientras tienes el pedal accionado para esquivar cualquier obstáculo.

Averías del sistema ABS

Aunque este sistema está diseñado para que aguante miles de kilómetros, pueden surgir diferentes averías que pueden ser de tipo mecánico o electrónico, según cuál sea la pieza que tenga el problema. Las más comunes son:

  • Sensores de velocidad de la rueda defectuosos: si uno de estos sensores no realiza bien su función, el sistema ABS no interpretará bien la velocidad de la rueda.
  • Fallo en el módulo de control del ABS: este dispositivo gestiona y controla la velocidad de giro de las cuatro ruedas. Si falla, el sistema ABS no funcionará o lo hará de forma incorrecta. Lo más probable es que haya que sustituirlo por uno nuevo.
  • Problemas con la corona (también llamado anillo de reluctancia): las coronas del sistema ABS generan señales eléctricas que utilizan los sensores de velocidad para registrar cada giro que hace la rueda. Si se corroen o están en mal estado, el sistema no medirá con precisión cada vez que el neumático da una vuelta.
  • Fallos en las válvulas de control: si fallan, el sistema ABS se puede activar en los momentos en los que no es necesario.
  • Problemas con el sistema hidráulico: aunque el ABS depende de que el sistema eléctrico funcione bien, si las partes mecánicas, incluido el sistema hidráulico, no está en buen estado, la frenada no será la adecuada y el ABS funcionará de forma incorrecta.
  • Fallo en el motor de la bomba de ABS: El sistema ABS utiliza una bomba para generar presión hidráulica. Sin esa presión, los frenos no se desbloquearán cuando corresponde y el conductor puede llegar a perder el control del vehículo.
  • Problemas con las conexiones eléctricas: si hay algún cable que con el tiempo se suelta o hay algún tipo de cortocircuito, los frenos ABS no actuarán como deben.

El mantenimiento del ABS

Manzano señala que para evitar todas las averías anteriores, lo importante es realizar el mantenimiento de los frenos ABS cuando toca y en concreto hay que comprobar que el líquido de frenos esté en perfectas condiciones.

Es fundamental que no tenga ningún tipo de burbuja en su circuito o si no la efectividad de la frenada será menor. Según los fabricantes, lo ideal es que lo cambies cada dos años. No obstante, revisa el manual de tu vehículo para conocer cuándo debes sustituirlo.

El ABS del coche es un sistema que no suele fallar y, si lo hace, lo sabrás a través de un indicador con las palabras “ABS” en el cuadro de instrumentos. Si esto ocurre, es fundamental que lo lleves cuanto antes a un taller porque también hay otros sistemas que dependen de éste, como el control de tracción o el control de estabilidad. De hecho, en los coches más modernos incluso no podrás arrancarlos si hay un fallo en el ABS. Por eso, te recomendamos que arregles tu coche en cualquiera de los talleres del servicio Eurekar, con la garantía del RACE. Si eres Socio del club recibirás condiciones especiales en el precio de mano de obra y las piezas sustituidas durante la reparación.

Cuánto cuesta arreglar el sistema ABS de un coche

Cuando fallan los frenos ABS, lo normal es que haya que cambiar la caja de válvulas, que según el modelo de coche puede variar en el precio. Arreglar esta pieza supone un desembolso aproximado de 700 euros y el cambio por una nueva caja de válvulas asciende hasta los 2.000 euros aproximadamente o incluso más, teniendo en cuenta que a este precio hay que sumar la mano de obra.

Otro elemento que puede fallar es el captador. En tal caso, su coste es mucho menor que la caja de válvulas: en torno a los 50 euros.

Si quieres evitar que el sistema ABS falle, revisa tu coche cuando sea necesario y no retrases su mantenimiento.

¿Problemas con el ABS de tu coche?
Arregla tu coche en uno de los talleres de la red Eurekar, que tienen la garantía del RACE.

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