Inevitablemente, en tu día a día como conductor te encontrarás con jornadas pasadas por agua en las que la lluvia es la protagonista. No debería entrar nunca el agua en el habitáculo del coche porque se puede generar moho, humedad o, incluso, óxido a largo plazo. Sin embargo, sobre todo en los vehículos que han visto pasar más navidades, es posible que llegue a filtrarse y es que hay ciertos materiales que pueden deteriorarse con el tiempo.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas de tu vehículo.
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Álvaro García, asesor técnico del RACE, explica que si se mete agua dentro del coche se debe, en la mayoría de las ocasiones, a fallos de elementos que necesitan una revisión cada cierto tiempo. Es decir, cuando llevas el coche a realizar un mantenimiento rutinario, también es importante que el mecánico revise aquellas partes que están en contacto con la lluvia y decida si es necesario cambiarlas antes de que se rompan y dejen pasar la lluvia dentro de la cabina del vehículo.
Los elementos que evitan que se meta agua dentro del coche que hay que revisar
El experto del RACE hace referencia a distintos elementos que se pueden deteriorar y que son los encargados de bloquear y repeler el agua para que no se meta dentro del coche.
- Juntas de puertas y ventanas: suelen estar hechas de goma. Es un material que con el tiempo se puede cuartear, agrietar y volver rígido. También es posible que se desgasten o que se desajusten, en cuyo caso se soluciona recolocando las juntas en las molduras para que no pase agua a través de ellas. En el momento en que las juntas estén rígidas o agrietadas hay que cambiarlas por piezas nuevas.
- Sellado del parabrisas: este cristal suele ir pegado y sellado para que no se cuele el agua. Sin embargo, con el tiempo puede perder la adherencia. En tal caso, hay que llevarlo a un taller, como los de la red Eurekar, para que vuelvan a ser sellados por un técnico experto.
- Desagües y canalizaciones obstruidos: si dejas que tu coche vaya acumulando ramas, hojas y otro tipo de suciedad, las canalizaciones que conducen el agua hacia el exterior se pueden bloquear por lo que el líquido no evacuará hacia donde debe. Es entonces cuando las gotas de lluvia se pueden colar, sobre todo cuando el vehículo está circulando y el aire incide en los canales de evacuación y las juntas de los vanos. La solución, en este caso, es limpiar de vez en cuando los restos para que no se acumulen.
- Sellado del techo solar: en los vehículos que incluyen como extra un techo panorámico con cristal, también puede surgir el problema de la infiltración de agua. La razón es que en verano, y por el efecto del calor del sol, las juntas se secan y se agrietan. Cuando llega la época de lluvias, se empieza a colar la humedad por dichas grietas generando una mancha en el techo que rodea el cristal. Para arreglar esto, lo normal es retirar el cristal y sanear el techo quitando la humedad. Luego, hay que cambiar la moldura del cristal y volver a sellarlo para que no tenga filtraciones.
- Los bajos del coche: aunque la parte inferior del coche está pensada para que aguante los kilómetros, es posible que sufra daños en su estructura o en el chasis, sobre todo si sueles circular por zonas de tierra y piedra. Esto va a provocar que se generen pequeños huecos por los que se puede colar el agua hasta el interior del vehículo. Esto es relativamente común verlo en los pasos de rueda.
- Fuga del aire acondicionado: cuando activas el aire acondicionado se genera un proceso de condensación en el que se forman gotas de agua. Este sistema está ideado para que la condensación salga al exterior por un vierteaguas, pero puede ocurrir que haya una fuga o una obstrucción y el líquido llegue al habitáculo por las rejillas de ventilación que hay repartidas por todo el vehículo. En ese caso, habría que comprobar en un taller dónde está la fuga u obstrucción y arreglarla.
¿Cómo prevenir que se meta el agua en el coche cuando llueve?
Más allá de que algunos coches nuevos puedan tener un fallo de fábrica por un mal sellado de alguna de sus piezas, que es lo menos común, según García, lo importante, tal como avanzamos al principio de este artículo, es revisar todas las piezas antes mencionadas, que son las encargadas de evitar que el agua llegue hasta el interior del coche.
Aquí la clave es la prevención ya que si no hay una supervisión de cada elemento, no te vas a dar cuenta de que hay algún tipo de desgaste o rotura hasta que el agua ya se empieza a colar< dentro del vehículo.
Más allá de que un mecánico haga la inspección visual de estas piezas cuando hace el mantenimiento del coche, tú mismo puedes revisar en qué estado están las juntas, los desagües y las piezas de goma de puertas, ventanas, parabrisas… Lo puedes hacer, por ejemplo, cuando lleves tu coche a lavar y dediques tiempo al secado.
Revisa el estado de tu vehículo en uno de los talleres de la red Eurekar,
que cuentan con la garantía del RACE.
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