La Fundación RACE y CIFAL Madrid RACE han colaborado en la edición de este año llevando seguridad vial a los menores de esas localidades.
TEXTO: JAVIER VAGON
La sonrisa de un niño puede iluminar hasta el rincón más árido del desierto. Con esa premisa, la Asociación El Desierto de los Niños ha culminado con éxito la edición 2025 de su emblemática caravana solidaria, una iniciativa que año tras año transforma kilómetros de polvo y arena en caminos de solidaridad, educación y esperanza.
Este año, la expedición ha contado con la participación de 120 personas, entre ellas numerosos niños menores de 14 años, que a bordo de 38 vehículos han recorrido más de 2.000 kilómetros por el sur de Marruecos. Durante el trayecto, han visitado aldeas remotas y localidades desfavorecidas, llevando a cabo una labor humanitaria centrada especialmente en la educación vial infantil.

Presetnación del balance la iniciativa en el Circuito de Madrid Jarama-RACE
Uno de los pilares de esta edición ha sido, nuevamente, la implicación de la Fundación RACE y del Centro Internacional de Formación para Autoridades y Líderes (CIFAL Madrid RACE (https://www.cifalmadrid.org/)), perteneciente a la red de formación de Naciones Unidas. Su compromiso con la Seguridad Vial ha sido determinante para acercar este conocimiento vital a comunidades donde la educación en movilidad es casi inexistente. En muchas zonas rurales marroquíes, los niños caminan largos trayectos a pie o en bicicleta por carreteras sin señalizar ni iluminar, enfrentándose a peligros diarios que podrían evitarse con una mínima concienciación y formación.
Durante el viaje, se repartieron materiales didácticos y carteles informativos en francés adaptados a la realidad local, que fueron distribuidos en escuelas de distintas aldeas. Estos materiales ofrecían consejos básicos pero esenciales para circular de forma segura como peatones, ciclistas o pasajeros, fomentando hábitos responsables desde edades tempranas.

Carteles entregados a los más pequeños.
Además, esta edición ha puesto sobre la mesa una verdad incómoda: la falta de infraestructura adecuada en muchas regiones rurales de Marruecos. Las carreteras en mal estado, la escasa señalización, la ausencia de pasos peatonales seguros y el mal mantenimiento de los vehículos (incluyendo bicicletas y transportes escolares) agravan el problema de la siniestralidad vial. Por ello, acciones como El Desierto de los Niños no solo tienen un valor solidario, sino que se convierten en intervenciones urgentes para preservar vidas.
Esta misión no sería posible sin la colaboración de empresas comprometidas, como Hyundai, que ha aportado los vehículos necesarios; Hankook, fabricante de neumáticos que ha garantizado la seguridad en ruta; y la Fundación Alain Afflelou, que ha contribuido con revisiones ópticas a niños en zonas sin acceso a servicios de salud visual.
Con la edición 2025 ya finalizada, los organizadores no se detienen. Ya se trabaja en la planificación de futuras ediciones, con el firme propósito de seguir transformando cada kilómetro en una oportunidad para educar, proteger y empoderar a las generaciones futuras. Bajo el lema de la asociación ADN, “Juntos es más fácil”, El Desierto de los Niños sigue demostrando que la solidaridad, cuando se acompaña de acción y compromiso, es capaz de cruzar cualquier frontera.