Vivacs, iglús y refugios singulares son algunos de los lugares donde los amantes de la montaña pueden disfrutar de un descanso invernal diferente.
TEXTO: ALMUDENA SANTOS
Dormir rodeado de nieve no es solo algo reservado a exploradores polares. Es una experiencia accesible y segura para cualquier amante del invierno y de la naturaleza. En España, la combinación entre cordilleras, como los Pirineos, la Cordillera Cantábrica o Sierra Nevada, y una creciente oferta de experiencias invernales permite vivir noches inolvidables bajo las estrellas, ya sea en vivac, en iglús o en alojamientos adaptados para ello.
Para quienes disfrutan del silencio absoluto, de la claridad de un cielo gélido o de la sensación de estar en un paisaje que durante el día cambia constantemente, la pernocta invernal ha dejado de ser un reto y se ha convertido en una forma de conexión profunda con el entorno. Ejemplo de ello es la creciente popularidad que está cogiendo el dormir en vivac, es decir, al aire libre sin tienda y protegido solo por un saco, en los Pirineos. Zonas como el valle de Benasque, el Parque Nacional de Aigüestortes o el macizo de Monte Perdido son algunos de los espacios considerados como ideales para quienes quieran pasar una noche bajo un cielo invernal abrumadoramente limpio.
El vivac en nieve exige experiencia. Es necesario elegir un lugar seguro, que se encuentre lejos de cornisas y prever cambios bruscos en la meteorología. Es imprescindible también contar con un buen equipo, como un saco de dormir que sea apto para muy bajas temperaturas y una esterilla aislante. La recompensa es única. Se pueden disfrutar de amaneceres rojizos sobre cumbres blancas, el silencio absoluto y la sensación de estar viviendo algo extraordinario.
Iglús en el Pirineo Aragonés y el Catalán
En el Pirineo Aragonés, existen empresas especializadas que organizan talleres para aprender a levantar una cúpula de bloques compactados, conocida como iglú, y dormir dentro de ella, igual que hacen los pueblos inuit desde hace siglos.
Zonas como el valle de Tena o la estación de Formigal-Panticosa ofrecen esta actividad, que resulta ideal tanto para hacer un viaje con amigos como para disfrutar de tiempo en familia de una manera diferente. Y es que dormir dentro de un iglú tiene un confort inesperado. En el interior, se mantiene una temperatura estable muy superior a la exterior y el aislamiento acústico proporciona una sensación de refugio que te abstrae de lo que ocurre fuera. En el Pirineo Catalán, el entorno de Puigmal, Vallter o el Parque Natural del Cadí-Moixeró ofrece localizaciones privilegiadas para travesías con pernocta en este tipo de instalaciones. De hecho, cada vez más empresas proponen rutas guiadas con raquetas y noche en un iglú.
Refugios invernales en la Cordillera Cantábrica
En la Cordillera Cantábrica, de manera especial en los Picos de Europa, existen refugios guardados e invernales que permiten vivir la experiencia del paisaje nevado en un entorno controlado.Instalaciones como las que se encuentran en Collado Jermoso, Vegarredonda o Áliva permanecen accesibles en invierno y son puntos estratégicos para rutas entre bosques nevados y grandes paredes calizas.
Dormir en ellos combina la magia del entorno invernal con la comodidad de un espacio protegido del viento y de las bajas temperaturas. De hecho, para muchos amantes de la naturaleza esta es la forma ideal de iniciarse antes de probar a vivir la experiencia de dormir en vivac o dentro de un iglú.
Vivac en alta montaña a más de 2.500 metros
El macizo más alto de la península ofrece una experiencia muy distinta a la que se puede disfrutar en el Pirineo. En Sierra Nevada, el paisaje invernal se combina con un clima más seco, noches tranquilas y vistas panorámicas que alcanzan incluso la costa en días de mucha claridad.
Dormir en vivac cerca de cumbres como el Veleta o Loma Pelada es habitual entre montañeros experimentados. Eso sí, las condiciones de viento y heladas pueden ser exigentes, por lo que se recomienda contar con un equipo adecuado para que sea una actividad de disfrute y no de sufrimiento.





















