La República Dominicana es un paraíso caribeño que no deja de reinventarse para seguir triunfando con una fórmula secreta que triunfa a base sol, playa e historia, todo ello aderezado siempre con una gran sonrisa.
TEXTO Y FOTOS: JOSÉ MARÍA DE PABLO
Conocido por sus resorts todo incluido y sus paradisíacas playas, la República Dominicana es también un país al que la aventura de la historia ha regalado un importante legado patrimonial. Y el origen de ello está en el hecho de que ésta isla del mar Caribe fuera el primer lugar de América en ser colonizado por europeos.
Para descubrir ese legado, lo mejor es explorar el este del país empezando por Santo Domingo, la capital del país levantada en su ubicación actual por el extremeño Nicolás de Ovando en 1502.
La ciudad antigua conserva su trazado ordenado de damero colonial y es en esas calles donde se encuentran gran parte de los edificios religiosos y administrativos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para ser justos con la historia, seguiremos las huellas de Cristóbal Colón, navegante con suerte que cambió el devenir de la humanidad. En la Plaza de Colón o de Armas está la estatua que nos recuerda su hazaña. Curiosamente, el dedo índice del descubridor no señala en esta ocasión hacia el continente americano, sino hacia el noreste.
A las espaldas del genovés está la Catedral de Santa María de la Encarnación, templo gótico en el que estuvo enterrado nuestro protagonista hasta que su cuerpo fue trasladado, primero a Cuba y luego a Sevilla. Sin embargo, los dominicanos siguen reivindicando que en los restos de Colón siguen estando en su país, ya que en una reforma del templo se encontró una arqueta con una inscripción que indicaba que ahí estaban los despojos del genovés.
Para no decepcionar a sus compatriotas, las autoridades nunca han dejado que se analice el ADN de los restos que hoy se encuentran en el llamado Faro a Colón, monumento brutalista construido para celebrar el V Centenario del Descubrimiento a las afueras de la ciudad.
Pese a ser una ciudad de paso obligado para casi todos los viajes transoceánicos en la primera etapa de la conquista, Santo Domingo nunca fue una plaza fuerte y eso que cuenta con murallas y una fortaleza militar de época que en el siglo XX se transformó en una odiosa cárcel destinada a los opositores del sanguinario dictador Trujillo.
De la misma época se conservan sin perder encanto varias calles, como la de las Damas y la del Conde, entre otras. Mención especial merecen el Monasterio de los Dominicos, germen de la primera universidad de América; la llamada Casa del Cordón, de estilo gótico (actualmente Centro Cultural Taíno); y el Alcázar de don Diego de Colón. Éste último, de estilo renacentista, abierto al público como museo que ofrece un viaje a la primera época de la colonización del Nuevo Mundo.
Las Atarazanas Reales, antiguos almacenes del puerto, se han rehabilitado para alojar el Museo del MAR, dedicado a arqueología submarina. Todo tipo de artefacto encontrado entre los restos de los mercantes hundidos en aguas dominicanas desde el siglo XVI hasta el XIX está expuesto en este moderno museo inaugurado en 2019.
La Romana y Punta Cana
La autopista del Coral nos permite llegar cómodamente hasta La Romana, ciudad portuaria que antaño fue sede de un ingenio azucarero. Aún hoy podemos ver a los bordes de la carretera campos de caña de azúcar y braceros laborando, imagen que no difiere mucho de la época en la que Cristóbal Colón importó a América este cultivo desde las Islas Canarias.
La historia de La Romana cambió radicalmente en los años 70 del siglo XX, cuando gran parte de las tierras del ingenio se transformaron en complejo residencial conocido como Casa de Campo Resort & Villas. Además de 1.800 viviendas de lujo, algunas de ellas propiedad de celebrities, Casa de Campo cuenta con una Marina deportiva, campos de golf y algunas de las playas más espectaculares del país, como es el caso de la playa Minitas.
También forma parte de Casa de Campo Altos del Chavón, un ‘pueblo’ de nueva construcción siguiendo un estilo que quiere recordar al medievo italiano en el que trabajan artesanos, artistas y diseñadores, sede de la mejor escuela de arte del país y de un museo etnográfico. Ubicado en una colina con vistas al fotogénico río Chavón, conocido por ser el set de rodaje de Apocalypse Now o Rambo II, los Altos tienen como principal atracción turística un anfiteatro greco-romano en el que han actuado estrellas de fama mundial como Frank Sinatra, Luis Miguel y, más recientemente, Rosalía.
A menos de una hora en coche tomando la misma autovía se llega a Punta Cana, el lugar donde, según un informe de la Unesco, se encuentran algunas de las playas más bonitas del mundo. Gracias a la popularidad de los resorts ubicados en primera línea de playa, la costa este del país es la imagen más reconocible de la República Dominicana. No en vano, cada año llegan a su aeropuerto internacional más de 7 millones de personas dispuestas a disfrutar de alguno de los 37 km de blancos arenales y aguas cristalinas, cuya belleza no se podría disfrutar totalmente sin pernoctar en alguno de los excelentes hoteles que puntean el litoral.
De todos ellos destacan los que forman parte de Puntacana Resort & Club, exclusivo centro residencial y de vacaciones donde verdaderamente empezó a desarrollarse la zona como destino mundial. La empresa trabaja para hacer compatible la actividad turística con la conservación del delicado ecosistema en el que está, por eso han creado una Fundación que dedica su tiempo a proyectos medioambientales y colabora en proyectos sociales para mejorar la situación de los habitantes de la comarca.
Para dar a conocer su labor, la Fundación tiene sus puertas abiertas y ofrece visitas guiadas a la Reserva Ecológica de los Ojos Indígenas, 12 lagunas de agua dulce rodeadas de un bosque de transición húmedo donde el baño está permitido.
Entre otros proyectos, la Fundación Puntacana trabaja para conservar el buen estado de salud de los corales y los hábitats del pez loro, ambas especies claves para mantener estas costas caribeñas tan bonitas como las conocemos hasta hoy.
GUÍA PRÁCTICA
ALOJAMIENTO
Camareros del Tortuga Bay Hotel.
El Embajador. Icono del lujo en la ciudad de Santo Domingo inaugurado en los años 50 y modernizado bajo el sello Royal Hideaway Hotel de Barceló. En su piscina se rodó una escena de El Padrino II.
Casa de Campo Resort & Villas. El más exclusivo resort 5 estrellas de República Dominicana que justo ahora celebra medio siglo de vida. Cuenta con diversos tipos de suites y villas junto al mar, además de tres campos de golf, marina y clubes de polo y tiro.
Tortuga Bay Hotel. Ubicado dentro de Puntacana Resort & Club, área privada al sur del aeropuerto rodeada por más de 4 km de playas de arena blanca. Tortuga Bay ha sido diseñado por Óscar de la Renta y cuenta con 30 suites y villas, cinco restaurantes y un spa.
MÁS INFORMACIÓN
En www.godominicanrepublic.com
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