La sierra noroccidental de Guadalajara atesora una de las masas forestales más puras de España, y uno de los conjuntos más impresionantes de la arquitectura popular española: Los Pueblos Negros. Súbase al coche para recorrer esta ruta de poblaciones de piedra, tejados de pizarra y escasa población.
TEXTO Y FOTOS: PEDRO GRIFOL
Hace ya tiempo que los habitantes de muchos pueblos españoles fueron emigrando a las grandes ciudades en busca de una mejor calidad de vida. Es la España vaciada, desatendida y envejecida. Pero hoy en día son también muchos los ‘urbanitas’ que visitan esos pequeños núcleos de población casi abandonados en busca de su pasado histórico, esencia cultural de la España de otra época. Aunque no todos los pueblos han sabido salvaguardar la rústica fisonomía de sus casas, los que han salvado su patrimonio ahora se distinguen como tesoros de arquitectura popular con estilo propio.
En el noreste de la provincia de Guadalajara, a las faldas del pico Ocejón, haciendo límite con Segovia, y dentro de la zona del llamado Macizo de Ayllón, se encuentra un grupo de pequeños pueblos que presentan una característica común en su arquitectura: sus casas se distinguen por su rústica arquitectura a base de lajas de pizarra negra, lo que les da un toque especial que les diferencia del resto de las construcciones populares de la provincia. Una visión única y singular.
Umbralejo.
Primera ruta
A cien kilómetros de Madrid, en la localidad de Tamajón, se bifurca la ruta de los pueblos de Arquitectura Negra. Almiruete, Palancares y Valverde de los Arroyos son los tres primeros pueblos de parada obligada. Si se quiere proseguir la ruta más al norte también podemos acercarnos a Umbralejo, situado a 8 km. de Valverde de los Arroyos, que es un ‘pueblo museo’ de piedras negras en medio de un bosque de pinos silvestres. No es, propiamente dicho, un pueblo deshabitado…pero la mayoría de sus pobladores tienen la peculiaridad de que son de cuatro patas. Cabras, ovejas, burros y gatos son los habitantes que pasean por sus calles. En 1971 el ICONA lo expropió, y desde 1984 está integrado en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados. Hoy en día se encuentra parcialmente rehabilitado y se ‘usa’ para campamentos de verano.
La Chorrera de Despeñalagua.
Recomendable continuar hasta Cantalojas para ver el Hayedo de Tejera Negra, Patrimonio de la Humanidad y el bosque de hayas más meridional de Europa. Los que tengan años (y memoria) se acordarán de algunos enclaves que aparecían en los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente. Tiene un centro de interpretación -con parking (que es lo único que se paga)- donde nos aconsejarán de los senderos a seguir, sobre todo para no perdernos.
Pueblo por pueblo, Almiruete destaca, además de por las bonitas vistas al pico Ocejón (2.046 metros), por la iglesia de la Asunción, de estilo románico, y Palancares llama la atención por su quietud, pues sus habitantes no llegan ni a la docena. Bucólico.
Esa noche podemos dormir en Valverde de los Arroyos, uno de los pocos pueblos que conserva casas de dos plantas construidas con pizarra negra y cuarcita, a las que no les falta detalle, como las balconadas de madera y los frutos rojos de los acebos que ponen la nota de color al pizarroso negro. Las casas antiguas constaban de zaguán, planta baja destinada a la vivienda con gruesas chimeneas, corral y piso superior destinado a pajar. Una estructura que responde a las necesidades de la vida rural de montaña de antaño. En la actualidad, se mantienen los tupidos muros de piedra que protegen de los duros inviernos y han desaparecido algunas estancias, por desuso, como las dedicadas al cobijo del ganado. La fuente de su Plaza Mayor es quizá el ‘monumento’ más fotografiado de la zona -¡por lo menos es el que más aparece en Instagram!-.
Al día siguiente, tenemos que emprender un paseo por un camino por huertos, frutales y castaños hasta llegar a un anfiteatro casi vertical desde donde se despeña la cascada La Chorrera de Despeñalagua, que tenga mucha o poco agua, hay que verlo.
Segunda ruta
Malaelrayo
La otra ruta también comienza en Tamajón y continúa por Campillejo, El Espinar y Roblelacasa, pedanías pertenecientes a Campillo de Ranas, el pueblo más animado. Tiene 50 habitantes y tuvo escuela hasta el año pasado. Sobrevive gracias al turismo y de una peculiar actividad: las bodas. Todo empezó en 2008, año en el que se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, que fue cuando su alcalde impulsó las bodas gais, convirtiéndose en una especialidad del pueblo. En estos momentos, para lo que queda del año en curso y buena parte de 2020 ya está cerrado el cupo de casamientos. Reseñar que ahora ya no solo son bodas gais porque la fama del pueblo llega a todo tipo de enamorados. Se celebran unas 80 bodas anuales, que llenan sus 15 casas rurales y sus 5 restaurantes con sus invitados correspondientes. Se solicitan además celebraciones lúdicas de lo más pintorescas, como son las bodas temáticas; de modo que allí se han celebrado bodas de ‘El Señor de los Anillos’, ‘La Guerra de las Galaxias’… e incluso ‘Juego de Tronos’. El pueblo es una fiesta. Único.
El siguiente pueblo interesante del camino es Robleluengo, finalizando la ruta -sin salida-en Majaelrayo, un pueblo considerado como uno de los referentes de la zona. Es también de los más poblados -30 adultos y dos niños (censo de abril de 2019)-. A tener en cuenta la fiesta del Santo Niño, que se celebra el primer domingo de septiembre; un festejo ancestral con más de 300 años de historia que derrocha autenticidad.
En el camino de vuelta, aunque no tenga nada que ver con la arquitectura negra, se hace indispensable parar en La Pequeña Ciudad Encantada, que se encuentra al norte Tamajón, donde el viento y la lluvia han creado, a partir de la roca caliza, dolinas, cuevas y torcas. También junto a este complejo calcáreo encontramos un sabinar con ejemplares centenarios dignos de foto.
Y si queremos culturizarnos más podemos desviarnos hasta Cogolludo para contemplar el Palacio de los Duques de Medinaceli, la primera gran obra civil del renacimiento español que data del siglo XVI… porque naturaleza y arte es la mejor combinación.
Alrededores de la Arquitectura Negra
Otro lugar de interés es Campisábalos, que se encuentra en el límite del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, cerca del Hayedo de la Tejera Negra. Al norte de esta población se halla la Sierra de Pela, un macizo rocoso de naturaleza caliza con una altitud de 1.500 metros. Al pie de la sierra está la Laguna de Somolinos, en el cauce del río Manadero, el mayor humedal de la Sierra Norte de Guadalajara. Es considerado ‘monumento natural’ por su singularidad y belleza.
La cercana Sierra de Ayllón, paso natural desde Riaza, proporciona un recorrido especial por tierras deshabitadas de insólito encanto. Al sur, la Sierra del Alto Rey ofrece unas vistas espectaculares de toda la comarca.
Campisábalos siempre ha sido considerado como un cruce de caminos de los distintos pueblos que por él han transitado. En él merece la pena hacer una parada para visitar el Centro de Interpretación ‘El Mensario’, que custodia piezas de etapas romanas y medievales; y ver la iglesia de San Bartolomé, uno de los máximos exponentes del románico en Guadalajara. Data del año 1182 y se trata de un conjunto compuesto por iglesia, torre y sacristía. Destaca especialmente su friso escultórico, donde se representa calendario agrícola, o mensario, esculpido en la fachada de la iglesia y en el que cada mes es simbolizado por un aldeano que realiza diversas actividades. Rara pieza escultórica del románico.
Y no menos importante, también hay que destacar que Campisábalos es el pueblo con el aire más limpio de España y el tercero del mundo según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
No cabe duda que será un viaje para respirar ¡a pulmón abierto!
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO IR
Partiendo de Madrid como punto de salida y pasando por Guadalajara capital, el camino más recto es llegar hasta Tamajón (107 Km.) como primera parada. Otra ruta puede ser pasar primero por Cogolludo (100 Km.). Collodudo dista de Tamajón 20 Km.
El desvío -en forma de ‘Y’- partiendo de Tamajón hacia las dos opciones de la Sierra Norte/Pueblos Negros es de 20 Km. en cualquiera de las dos rutas: Ruta 1: Tamajón – Valverde de los Arroyos, y Ruta 2: Tamajón – Majaelrayo.
En dos días se pueden recorrer las dos rutas.
DÓNDE DORMIR
Valverde de los Arroyos: Hostal Valverde, con 20 habitaciones dobles y restaurante con terraza.
Campisábalos: El Mensario, es un complejo turístico con centro de interpretación, hotel, bar-cafetería y restaurante.
DÓNDE COMER
Campisábalos: Restaurante El Mensario, donde la ternera blanca de la Sierra Norte es el plato estrella en los fogones.
Restaurante Área de Tamajón.
Tamajón: Área de Tamajón, interesante restaurante donde podemos degustar el Cabrito asado con torreznos en su ‘breve’ (macerado de agua+vinagre+hierbas aromáticas).
Cantalojas: Restaurante Los Bonales.
Campillo de Ranas: La Fragua, que conserva su antiguo horno de leña, ideal para los asados. Tel.: 949 864 034.
Valverde de los Arroyos: Restaurante Valverde, donde podemos encontar platos tan exóticos como Carpaccio de camello con virutas de parmesano y salsa balsámica, Carpaccio de cebra con helado de queso y pistachio, o Carpaccio de cocodrilo con dátiles (literal)…Incredible, pero verdad. Tel. + 949 307 423
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