Muchos son los que con la vuelta a la rutina quieren recuperar los buenos hábitos alimenticios y deportivos y si hay un mes propicio para hacerlo es septiembre. Te explicamos cómohacerlo.
TEXTO: ANTONIO GARRIDO
“Tengo que bajar los kilitos de más que he cogido este verano. El lunes empiezo la dieta”. Seguro que estas dos frases juntas te resultan familiares. Sin duda, es un pensamiento muy manido en el conjunto de la población española, que tras un verano en el que los excesos alimenticios y el descanso en el ejercicio físico suelen ser protagonistas, buscan recuperar aprisa y corriendo la forma física post operación bikini. Algo que en la mayoría de ocasiones no surte el efecto deseado y que acaba provocando efectos rebotes o, incluso, trastornos de la alimentación. Como todo en la vida, el equilibrio es básico, y en el aspecto alimentario y de ejercicio no es diferente.
“Compensar la vuelta a la rutina con los excesos del verano es un error claro de enfoque. Reforzar la idea de que en vacaciones -cuando disfrutamos- es cuando realizamos acciones que dañan nuestra salud y que cuando volvemos a la rutina nos sometemos a un castigo es una clara equivocación”, explica a Autoclub RACE la nutricionista Paloma Quintana.
Compensar nunca es una solución en el ámbito nutricional y de salud. Si bien puede ser que el verano -generalmente, una época de más disfrute y descanso- provoque más excesos alimenticios, la clave no solo está en no buscar contrarrestar ese desorden sino en potenciar los buenos hábitos que se han tenido durante el año. “Las vacaciones son ideales para añadir hábitos saludables que durante el resto del año, ya sea por falta de tiempo o por rutina no podemos sacarles partido, como por ejemplo los paseos por la playa, la repostería casera saludable o incluso probar el ayuno que durante la rutina se hace más difícil de compaginar”, añade Paloma.
Las dos claves
Primero de todo, debemos fijarnos en el punto de partida, ya que cada persona tiene el suyo. A partir de ahí, podemos dividir a las personas en dos categorías: las que eran activas antes de las vacaciones y las que lo eran menos o directamente tenían un estilo de vida más sedentario.
“Si éramos personas activas antes del verano de excesos, el primer paso y el más importante será el de volver a esa rutina”, señala. Por tanto, evitar hacer actividad física en exceso o dietas muy restrictivas será más que suficiente para volver a nuestro punto de partida pre vacacional, con el objetivo de recuperar el ritmo y el patrón de hábitos adecuados que ya seguíamos.
“Por otra parte, si éramos personas que no nos cuidábamos demasiado o bien éramos menos activas, es aún más fundamental iniciar una rutina saludable más paulatina. Está demostrado que sumar muchos aspectos saludables de una tacada hará que en el corto plazo abandonemos al no ver resultados rápidamente”, añade la nutricionista, que repite la idea de que una recuperación paulatina de los hábitos saludables es clave para tener resultados en el medio-largo plazo, que es lo que realmente se debería buscar.
La otra gran clave que detalla Paloma es la de “fijarnos pequeños hábitos realistas”. Por ejemplo, adelantar la cena, ir al trabajo andando, consumir mayor cantidad de vegetales en cada comida o no beber alcohol durante la semana. Pequeños retos que juntos traerán grandes resultados. “Muchas veces queremos complicarnos la vida por culpa de la impaciencia y en la mayoría de ocasiones se acaba abandonando al no poder continuar con esos hábitos durante un amplio período de tiempo”, apunta.
En el aspecto puramente alimenticio es importante aumentar la ingesta de frutas y verduras a lo largo del día como alimentos saciantes que aportan fibra y que son bajos en calorías. También es importante consumir alimentos altos en proteína como las carnes rojas o el pescado y evitar, en la medida de lo posible, alimentos altos en azúcar, así como otros que contengan gran presencia de harinas refinadas y grasas saturadas. En cuanto al ejercicio físico, lo mejor es combinar el cardio para eliminar calorías y grasas con entrenamientos de fuerza para tonificar la musculatura.
Más allá de seguir estas dos pautas principales, buscar ayuda profesional es conveniente para aprovechar al máximo el tiempo efectivo. “Volver a la rutina de la mano de un profesional que te guía y con el que sobre todo te comprometes es fundamental para obtener resultados”, destaca Paloma. Además, añade que “la carga mental que trae la vuelta a la rutina puede hacer que las fuerzas flaqueen. Precisamente por eso el compromiso con un profesional es clave”. “Igual que no nos duele gastar ese dinero extra en vacaciones, es igualmente fundamental invertir en nuestra salud a través de un profesional de la nutrición o del ejercicio físico”, concluye.
Ser conscientes de nuestro punto de partida, volver a la rutina paulatinamente y marcarnos pequeños hábitos saludables en el día a día, sin volverse locos, son los pasos a seguir para volver a estar en forma tras un verano de inevitables excesos.